Las películas de Wes Anderson son conocidas por su simetría, su uso del color y sus personajes callados con pocas habilidades sociales.
Sin embargo, hay un elemento constante que es opacado, incluso camuflado, por el detallismo estético de Anderson: en todas sus películas hay acontecimientos sangrientos, armas imaginativas en manos de grandes y chicos, incluso escenas de tortura.
El usuario de Vimeo Dávid Velenczei ha compilado esas escenas violentas, como quien se pregunta si la violencia es en realidad una de las razones por las que nos gusta tanto Wes Anderson.
Lo interesante de este supercut es ver cómo Anderson consigue una violencia coreografiada, al más puro estilo -aunque bajándole un poco el tono- de escenas de Tarantino como la matanza de los Crazy 88 en Kill Bill.
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