Emigrar a otro continente a los 15 años te puede hacer sentir “ciudadana del mundo”, pero la experiencia es doblemente significativa si, como la peruana Rommy Arce (Lima, 1976), la conviertes en un proceso político. Para Arce —que pasó por el trance de ser una inmigrante sin papeles en la España del dilapidado “estado del bienestar”— la búsqueda de la justicia social no es nada nueva: la política participativa la encontró haciendo activismo en las calles del Sahara o La Paz, y ahora en Madrid, ciudad a cuyo gobierno municipal postula en la lista de Podemos, el partido que ha capitalizado el sentir de los “indignados” españoles en una propuesta electoral. Aunque la encontramos en plena preparación de la campaña para la contienda del próximo mayo en España, Arce nos demuestra que está más que al tanto de la política peruana y espera, como muchos, que el despertar de la juventud en las calles de Lima se vea pronto reflejado en un proyecto con “más vocación de permanencia”.

Anuncio utilizado en las primarias como parte de la campaña de Ahora Madrid, la lista municipal de Podemos, de la que forma parte Arce
- ¿Cuándo y por qué emigraste de Lima a Madrid? ¿Cómo era tu vida en Perú y cómo es actualmente en España?
- Emigré con 15 años con mi madre y mi hermano. Somos una familia de origen humilde y en ese momento, finales de 1992 nos encontramos en un callejón sin salida, mi madre no tenía trabajo. Mi madre sola con dos hijos no encontró una mejor solución que emigrar. Afortunadamente, su hermana estaba ya en España y nosotras la seguimos en su aventura. Mi tía había dejado a su hijo a nuestro cargo y emprendimos el viaje con mi primo para reunir a madre e hijo.
- Eres parte de la lista que apoya Podemos para la alcaldía de Madrid ¿Qué significa formar parte de esta lista para ti?
- Formo parte de la candidatura de “Ahora Madrid” en el puesto 15 de una lista de 57 candidatos/as. En primer lugar, supone una responsabilidad para con los compañeros/as de Podemos y Anticapitalistas que me han apoyado. En segundo lugar, un elemento que demuestra que nuestra lista es reflejo de la sociedad madrileña (15% migrantes en la Comunidad Autónoma de Madrid) es la presencia de dos mujeres que han nacido muy lejos, la boliviana Iris Urquidi y yo misma que representamos a las mujeres migrantes que llegaron en oleadas a España en los últimos veinte años. Por último, me llena de alegría formar de una lista que pondrá punto y final a la hegemonía del PP en Madrid.
- ¿Mantienes contacto frecuente con el Perú? ¿Estás al tanto de la política peruana?
- No mantengo todo el contacto que me gustaría aunque si recibo noticias de la familia, me preocupa cómo están aunque es verdad que los ritmos de vida tan diferentes te alejan. Sí que me intento leer todo lo que se publica sobre Perú en prensa y medios en general.
- ¿Por qué hacer política para España es para ti una opción y una realidad y no lo es hacerlo en y para el Perú?
Me siento una ciudadana del mundo, estoy convencida que la lucha debe articularse internacionalmente por tanto es tan importante hacer política aquí como hacerla allá. La realidad de Perú responde a una economía globalizada que también extiende sus mecanismos de explotación a este lado del Atlántico. Imagino que si viviera en Perú también me sentiría interpelada a hacer algo.
Campaña de las Europeas, Rommy Arce junto a la madre de Pablo Iglesias, María Luisa Turrión.
- ¿Cómo ves la entrada del nuevo presidente del consejo de ministros?, ¿a Humala y Nadine? ¿Y los primeros días de Castañeda? Y sobre todo, qué hacer ante la inminencia de las elecciones presidenciales que vienen, en las que Keiko y Alan serán candidatos...
- Creo que Perú lleva años atravesando un largo período de oscuridad que no parece tener final, una completa desintegración política. El tándem Humala y Nadine como remedo de lo que fueron los Kirchner es un producto más de un panorama político esperpéntico, como lo es Keiko, hija de un dictador o el mismo Alan García que como si saliera de una película de zombies vuelve a la escena una y otra vez. Me entristece pensar que las y los de abajo no tienen quién lidere una verdadera transformación social del país. Sería necesario que las fuerzas rupturistas se agrupen en un frente amplio que ilusione a un pueblo que está hambriento de expectativas y se ve constantemente defraudado. Humala ha demostrado que en defensa de las multinacionales ha sido capaz de poner al ejército frente a unos mineros indefensos. Castañeda me parece que es otro mafioso más, en este caso también al servicio de la derecha más retrograda. Me entristece pensar que las únicas opciones políticas se reducen a Keiko y Alan, ante esto sólo queda la abstención. Los peruanos deben darse cuenta que sus instituciones están secuestradas por la mafia.
- En tu currículum de la página web de Podemos leemos “la experiencia de ser una inmigrante sin papeles atravesó mi vida en muchas aspectos”... Cuéntanos por qué llegaste a esa situación de indocumentada y cómo lograste superarla…
Como muchos inmigrantes latinoamericanos llegamos con un visado de turista por tres meses, sin un permiso de trabajo en origen esta era la única manera de entrar al país. Llegamos además por tierra y en la frontera no nos sellaron el pasaporte lo cual nos generó muchos problemas porque suponía una entrada ilegal en el país. Esta era una práctica habitual de los policías en la frontera. De forma transitoria nos facilitaron un asilo humanitario pero este estatus no llegó al año, pasado este tiempo nos quedamos definitivamente indocumentados. Recibimos las consabidas cartas de expulsión, gracias a una ong mi madre pudo después de cuatro años regularizar su situación y con ello pude obtener un permiso para residir pero no para trabajar legalmente. A los 24 años conseguí la nacionalidad. Como muchas mujeres inmigrantes tuve que trabajar en el servicio doméstico y en hostelería sin derechos laborales que te garanticen prestación por desempleo, vacaciones remuneradas, etc. Accedí a los estudios universitarios pero no pude tampoco disfrutar de una beca porque en aquel momento los inmigrantes con residencia legal no teníamos derecho al disfrute de una beca de estudios. Afortunadamente cuando cursé mis estudios, las tasas universitarias no había alcanzado precios prohibitivos y pude costearme los estudios, me licencié en Historia del Arte y posteriormente en Documentación.
Rommy Arce, la integrante peruana de la lista de Podemos para las elecciones municipales en Madrid.
- ¿Cómo dirías que han cambiado en España las expectativas y la realidad de los inmigrantes que aún desean venir aquí?
- Las expectativas de los inmigrantes que llegamos a mediados de los 90 —entonces España era un país rico (la España del pelotazo)— nunca fueron tampoco muy altas. Eran unas expectativas modestas, comprar un pequeño piso en un barrio populoso era ya todo un triunfo, que los hijos/as puedan tener unos estudios medios o superiores, disfrutar de unas vacaciones una vez al año después de muchos años de sacrificio y de mandar remesas a la familia... Hoy la situación ha cambiado mucho, las políticas de recortes han afectado especialmente al colectivo migrante, desde el “apartheid sanitario” pasando por los muchos vecinos/as migrantes que han sido desahuciados porque han perdido sus trabajos. Barrios como Usera, Vallecas, Carabanchel con un alto porcentaje de población migrante sufren a diario los desahucios con mujeres migrantes como protagonistas. Ellas son la cara de la crisis en España.
- También leemos en tu CV que haces trabajo social con niños sharahuis y que has trabajado en las “Brigadas Internacionalistas Solidarias para las Bibliotecas y los Archivos de América Latina”, en La Paz… ¿Nunca pensaste en realizar actividades de este tipo en Perú?
- Cuando participé en las Brigadas, me hubiera gustado haber llevado a cabo ese trabajo en Perú pero en esa ocasión no tuvimos los contactos necesarios. El trabajo en Bolivia fue muy enriquecedor y me llena de orgullo, Bolivia es un país hermano y me alegra haber contribuido a poner en marcha un centro patrimonial y cultural clave en la ciudad de la Paz. La Fundación Flavio Machicado Viscarra está haciendo una gran labor de difusión y dinamización cultural con actividades que constituyen un patrimonio inmaterial que debemos conservar, las “flaviadas” deben seguir siendo un punto de encuentro para los amantes de la música clásica en la Paz. El trabajo que lleva a cabo mi asociación en los campamentos de refugiados saharauis es fundamental para la población de los campamentos. Los colegios no cuentan con recursos por tanto nuestras bibliotecas y bibliobuses es prácticamente el único acceso al conocimiento del que disponen. Nosotras hemos habilitado bibliotecas y bibliobuses con un servicio de préstamo de libros pero no nos quedamos en ese servicio, también llevamos a cabo actividades de dinamización , teatro, cine, etc.
- En nuestro país los movimientos juveniles apenas parecen estar recogiendo el espíritu del 15M, más que nada a través del sistema de Zonas que se organizaron después de la marcha contra la Ley Pulpín, ¿crees que el activismo social está madurando finalmente en Lima?
- La victoria que supuso la derogación de la Ley Pulpín es un primer paso y una lección a una clase política esclerótica. La acampada de Sol también lo fue y abrió un ciclo político nuevo en España y en Europa. Los jóvenes que se organizaron en las Zonas deberían capitalizar todo ese trabajo organizativo y de construcción de poder popular en algo con vocación de permanencia.
- ¿Qué nos puedes decir de Manuela Carmena, la candidata a la alcaldía madrileña, veterana abogada progresista de 71 años?
- Que es una mujer que transmite solidez, serenidad y firmeza. La avala su dilatada carrera profesional, un referente para todos aquellos que lucharon contra el franquismo, al ser fundadora del despacho de abogados laboralistas de Atocha (víctimas de un atentado de la extrema derecha en 1977). A pesar de su edad, tiene una enorme energía y ha emprendido este proyecto con ilusión, dispuesta a aprender de todas nosotros/as. Frente a la corrupción sistémica que representa Esperanza Aguirre, Manuela Carmena representa a los ciudadanos que de verdad construyen Madrid cada día con su trabajo honesto. No es una política profesional porque no ha hecho de la política su forma de vida, es sólo una ciudadana que se ha visto interpelada por la situación de emergencia social que vivimos y ha dado un paso al frente pero no está sola, la arropa un proyecto colectivo que se sustenta sobre una fuerte organización de base.
- ¿Participarías en la política peruana de haber una alternativa similar a Podemos?
Sin duda. Espero que experiencias como las de las Zonas y las marchas contra la ley Pulpín pongan las bases de un movimiento amplio que recojan las demandas sociales.
¿Qué es Podemos según Rommy Arce?
Podemos no es un partido clásico, es una herramienta de empoderamiento ciudadano, con ello queremos decir que responde más a la idea de “movimiento” que de “partido”. Su composición es heterogénea y en ello radica su fuerza ya que tiene una vocación de mayorías. Te puedes encontrar sindicalistas, activistas, vecinos y vecinas que jamás han militado en organizaciones, estudiantes, gente desencantada de otros partidos (IU, PSOE, etc.), gente que viene del 15M, etc. Otro elemento central en Podemos es la “autonomía” de los círculos, esos espacios de auto-organización ciudadana que surgieron por todo el país a partir de la convocatoria que llamaba a transformar la indignación en cambio político, ese pistoletazo de salida lo dió el manifiesto “Mover ficha” con el cual nos identificamos mucha gente y que hoy por hoy consideramos es el ADN de Podemos. Las personas nos auto-organizamos y pusimos las bases de Podemos, desde entonces los círculos siguen siendo autónomos con capacidad para llevar a cabo propuestas e iniciativas en su ámbito de trabajo y fuera de él ya que pueden elevar estas propuestas al conjunto de la organización. La participación es clave en Podemos, todos los procesos para la composición de cargos internos como para la conformación de listas se han llevado a cabo en primarias abiertas a la ciudadanía, nunca antes se había hecho esto en España, a partir de entonces los partidos del régimen han querido copiar nuestras primarias sin éxito. La participación y la transparencia son elementos centrales. El compromiso ético y salarial que han suscrito nuestros eurodiputados es un ejemplo de cómo entendemos el quehacer político. Un cargo público está al servicio de la gente y no al revés. Nuestros eurodiputados rinden cuentas de su actividad en Bruselas y han aceptado tanto una limitación salarial (3 veces el sueldo mínimo interprofesional) como una limitación temporal porque no queremos ser unos “rentistas” de la política. Por otro lado, nuestros programas los hemos elaborado de forma colaborativa. Hay que entender que Podemos ha puesto en cuestión el régimen del 78 y el bipartidismo instituido en España desde entonces, esa alternancia en el poder que ha generado corrupción, clientelismo y en los últimos años un ataque feroz a los derechos sociales.