Cuando Tony Rodríguez contó a LaMula.pe de su proyecto Rockumentales nos contagiamos de su entusiasmo y de inmediato participamos de su sueño: hacer documentales de bandas rockeras peruanas, incluidos conciertos. Son 13 bandas con las que este rockero director de Ayni Producciones ha cerrado contrato formal para que participen en este proyecto. Es un trabajo de largo aliento, con arduas sesiones y extensas reuniones, acompañadas de un sesudo planeamiento. 

Ya en agosto del año pasado el proyectó rompió fuegos con el fabuloso concierto de Frágil, una noche de cuatro horas. Muchos creíamos que dejaba la valla muy alta para el segundo concierto. Pero este jueves 9 de abril Uchpa y La Sarita demostraron que son de lo mejor en la escena musical local. Como en el primer concierto, la expectativa fue grande y también hubo público de todas las edades. La diferencia fue que hubo mucho más gente de provincia (sobre todo de Apurímac y Ayacucho), seguidora de la banda liderada por el ayacuchano Fredy Ortiz.

El último mes fue uno con semanas de intensos ensayos, horas y horas para afinar detalles, sonidos, arreglos, conceptos. Uchpa, La Sarita y Tony se reunieron una y otra vez, cuidando que todo saliera bien en el escenario. Tony no dormía mucho, pues pensaba en todo lo que faltaba, aun cuando ya se había hecho mucho. Y es que él es un productor muy detallista y quiere que su producto sea de calidad mundial. En lo musical, la responsabilidad descansaba en la performance de las dos bandas, pero en lo general todo era responsabilidad de Tony. Desde micrófonos hasta la venta de butacas, pasando por cada minucioso detalle.

Todos se encomendaron a los apus. Y vaya que fueron escuchados, porque el espectáculo que nos dieron fue alucinante. 

Ocho de la noche, San Borja, Lima, Perú. Miles de personas se olvidaron de todos sus problemas para entregarse a la música con sello peruano.

Wayrapin japarichkan (Gritando en el viento)

Y fue Uchpa la encargada de abrir el concierto, con 'pago a la Pachamama' incluido. Hard rock y blues con cultura quechua y en runasimi. La banda fue impecable. Baterías, guitarras, bajo, waqra pukus, la voz de Fredy y sus coros de apoyo. Y en su momento danzaqs (danzantes de tijeras) y seis bailarines.

El público se entregó a Uchpa. Los que no sabían quechua se lamentaban por no entender todas las letras, pero fue tal la majestuosidad de cada interpretación que esa carencia quedaba atrás.

Ortiz interactuó con los asistentes entre canción y canción, y de esa manera transmitía la historia y filosofía de la banda integrada por Marcos Maizel Mesias (primera guitarra), Aldo Malpartida (segunda guitarra), Julio Valladares (bajo), André Moral (batería), Augusto Gamboa y Cristiano Gamboa (waqra pukus) y Fidencio Huamaní Inka (danzaq). Contó el origen de Uchpa y su significado (ceniza), y su apuesta por el blues en quechua.

Los músicos hacían lo suyo y Fredy cantaba y bailaba, transmitiendo pasión y vitalidad. Mencionó a Arguedas y sus enseñanzas sobre la cultura andina, y como parte de ese legado arguediano presentó a un grupo de danzaqs que los acompañó en una canción.

Hip hop

A la banda le siguió el joven Ricardo Flores, a quien ya habíamos visto en buses y en un video realizado por Ayni Producciones. Pero verlo en escena fue conmovedor y alentador. Rapeó en español y en quechua. Contó su historia en runasimi con el hip hop Ruachkani. Desconocido para muchos de los miles de espectadores, se emocionó y nos contagió a todos con su sencillez y el mensaje de sus temas.

Ricardo representa a los jóvenes que le sacan la vuelta a la adversidad a punta de esfuerzo y ganas de superarse. Tiene futuro. Fue muy aplaudido.

Más poder

La Sarita hizo un gran despliegue musical y de escenario. Julio Pérez, como siempre, tomó la batuta para el discurso de la banda y no hizo olvidar a Uchpa, sino más bien complementó el concierto con su estilo irreverente, teatral y político.

La banda de rock fusión urbano-social deleitó a sus fans con sus temas emblemáticos, algunos de ellos con nuevos arreglos. Martín Choy (primera guitarra), Jean Paul Gallardo (bajo), Carlos Claro (batería), Paul Paredes (teclados), Dante ‘Choclito’ Oliveiros (percusión), Marino Marcacuzco (violín), Raúl Curo (arpa) y Demmer Ramírez (flauta y guitarra 'amazónica') tocaron, bailaron y cantaron temas sobre el poder, la política, la corrupción, las culturas andina y amazónica, los migrantes, entre otros.

Y Julio también hizo mención a Arguedas y su importancia en nuestra cultura, y ello fue la introducción a un pequeño atipanacuy de danzaqs que hicieron decenas de acrobacias en el escenario.

Después de tres horas de concierto, el fin de fiesta fue con un Santiago (pasacalle) en el que se juntaron las dos bandas con Tony Rodríguez, el gestor del espectáculo, y recibieron el aplauso del público.

Rockumentales es un gigantesco proyecto y sumamente profesional que no debe envidiar a los que existen en el mundo. Tony sabe que vienen más retos por cumplir. A él hay que agradecerle la feliz iniciativa de documentar el rock peruano; a nosotros de acompañarlo en esta aventura cultural.