Con los reflectores puestos en el nuevo premier Pedro Cateriano y su gabinete, el debate sobre el enfriamiento de la economía peruana (y sus motivos) en que se han enfrascado representantes del gobierno pasado y el actual ha pasado desapercibido

Esta semana, el mismo presidente Ollanta Humala le dedicó unas palabras a Luis Carranza, exministro de Economía de la administración aprista. "Habla tonterías", dijo, al referirse a lo dicho por el extitular del MEF, que sostuvo que el nacionalismo utiliza los programas sociales con fines políticos. Una señal más de que la campaña electoral ya está en marcha.

Ahora, Piero Ghezzi, ministro de la Producción, tomó la posta al mandatario y le dedicó una columna en El Comercio a Carranza, quien días atrás, en ese mismo espacio, vaticinó un estancamiento del Perú

Ghezzi cuestionó que Carranza culpe de la desaceleración de la economía al actual régimen y sostenga que el Plan Nacional de Diversificación Productiva (PNDP) confunde la causa con el efecto del crecimiento, aunque para explicar las razones de ese estancamiento que vaticina, Carranza arguyó problemas institucionales de larga data.

A menos que uno crea que nuestra debilidad institucional comenzó con este gobierno, sus argumentos son inconsistentes. Y solo pueden entenderse en quien ha optado –desde hace ya algún tiempo– por plasmar una visión partidaria, disfrazándolo de un análisis económico serio.

Ghezzi admite que la economía peruana se ha enfriado, pero subrayó que no pasa por una crisis, como sostienen algunos sectores.

El progresivo deterioro institucional ha sido agravado por la drástica caída de los precios internacionales de materias primas y por factores internos como el ruido político y el aumento de regulaciones y tramitología que heredó el gobierno, la continuó al comienzo, pero que ha empezado a revertir.

Y luego explicó por qué Carranza soslaya el impacto en nuestro crecimiento económico de los precios de materias primas.

Nuestro crecimiento se aceleró entre el 2002 y el 2011, cuando estos precios crecieron vertiginosamente. El cobre aumentó de 60 dólares la libra en noviembre del 2001 a casi 450 en abril del 2011. Hoy está en 275 dólares. Igualmente, la plata aumentó de 4 dólares la onza en noviembre del 2001 a casi 50 dólares en abril del 2011. Y ha caído a 17,5. La mayor prueba del impacto es que toda la región vivió el ‘boom’ y ahora crece mucho menos.
 

El ministro Ghezzi sostiene que el extitular del MEF acierta cuando dice que el crecimiento conlleva a la diversificación productiva, pero yerra al afirmar que el Estado no puede facilitarla

Si la diversificación se hubiera impulsado durante el ‘boom’ de materias primas, hoy estaríamos mejor posicionados. Sus errores de apreciación nos llevaron a la costosa política del piloto automático.

Ghezzi explicó cómo es que el Estado puede facilitar esa diversificación:

 Fundamentalmente mediante políticas transversales. El formidable fortalecimiento de la educación en este gobierno, la mejora sustancial en infraestructura y el impulso a la innovación son ejemplos concretos. Cuatro cifras. El presupuesto en educación de 2,8% del PBI el 2011, será 4% del PBI al 2016. En el 2011 Huancavelica tenía solo 22% de vías nacionales pavimentadas. Tendrá 97% en el 2016. Igualmente, el porcentaje de hogares rurales con saneamiento pasó del 38,4% en el 2011 al 64% en el 2014 y el presupuesto en innovación creció 15 veces.