Bastó que el año pasado The New York Times propusiera el desbloqueo a Cuba por parte del gobierno de EEUU para que los hombres de negocios volvieran la vista a la isla luego de tantos años. Desde entonces ha habido anuncios de ambos países, debates y, finalmente, hoy se reunirán Barack Obama y Raúl Castro en el marco de la Cumbre de las Américas que se desarrolla en Panamá.

Y en medio de esta coyuntura, el grupo financiero estadounidense Citigroup informó que evalúa su regreso a Cuba. "Nuestra licencia en Cuba está activa, la que teníamos hace 54 años no ha sido extinguida. Y estamos evidentemente evaluando nuestro regreso a Cuba", señaló ayer su presidente ejecutivo para Latinoamérica, Francisco Aristeguieta.

El ejecutivo aseguró que las corporaciones globales están demostrando un gran interés en regresar a Cuba.  

Por su parte, el presidente ejecutivo y fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, coincidió en que Cuba es interesante pero en un futuro.

Ellos se han sumado otro inversionistas, como por ejemplo los libaneses, quienes la semana pasada manifestaron su interés en abrir las relaciones comerciales bilaterales.

Pero además de estadounidenses, los mexicanos han tomado el desbloqueo muy en serio. De hecho, en febrero  el gobierno cubano autorizó a la firma Richmeat  a invertir en la zona especial de desarrollo del Mariel de la isla. Así se convirtió en la primera compañía a nivel internacional en obtener la aprobación de un proyecto de inversión. La lista de empresas mexicanas en espera de la aprobación cubana llega a 50.

¿Y los inversionistas peruanos?

Suelto en plaza

De hecho, las evaluaciones son más e irán en aumento, más aún porque el ministro de Comercio cubano acaba de invitar a las compañías extranjeras a invertir y hacer negocios en la isla. "Reconocemos la importancia de la inserción internacional de nuestra economía para seguir diversificando nuestro comercio exterior, ampliando el acceso a financiamiento externo e incrementando la participación de capital foráneo en la economía cubana", dijo Rodrigo Malmierca. 

foto: efe

para invertir en cuba

Aunque fue aprobado en el 2014, recién se hizo público en enero de este año, cuando salió publicado en la Gaceta Oficial. El nuevo Reglamento del Proceso Inversionista deroga las viejas normativas en torno a los inversionistas extranjeros y detalla cómo será el futuro de este sector.

foto: efe

Dentro de sus elementos llamativos se destaca el artículo 2.2, en el que se indica que "la aplicación de esta norma para las personas naturales y jurídicas extranjeras no otorga la condición de inversionista extranjero en Cuba".

Es decir, un particular será considerado "inversionista extranjero" siempre y cuando ingrese su capital a través de "las empresas mixtas, las partes de los contratos de asociación económica internacional y las empresas de capital totalmente extranjero".

Los inversionistas extranjeros en Cuba y los terceros que contraten deberán elaborar toda la documentación correspondiente, tomando como base "las directivas y lineamientos para el desarrollo económico y social, los planes de ordenamiento territorial y urbano" y otra decena de regulaciones estatales.

Además, deberán obtener las aprobaciones de los "órganos de consulta permanentes", que son el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias; el Ministerio de Energía y Minas; el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente; el Ministerio de Salud Pública; el Ministerio de Industrias; el Ministerio del Interior; el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos y el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, sin contar los órganos de consulta eventuales.

foto: efe

Adicionalmente, los inversionistas extranjeros deberán priorizar la compra de productos cubanos si se demuestra que cumplen con los estándares internacionales.

En caso de incumplimiento de alguna de las partes, el responsable debe reparar los daños e indemnizar los perjuicios, según se establezca en los contratos.

Antes de aprobar ningún proyecto, el Ministerio del Interior está autorizado a cuestionar el origen de las inversiones, quiénes son los inversionistas, qué tipo de materias primas se utilizarán y el origen de estas.

No queda claro  si se le permitirá a un cubano que tenga los fondos suficientes invertir en su propio país.