Entre los meses de mayo y julio de 2014, el expresidente del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), Máximo Herrera Bonilla, visitó en varias oportunidades el despacho del fiscal de la Nación, cuyo titular era en aquel entonces el fiscal supremo Carlos Ramos Heredia.

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De acuerdo con los registros de visitas a la Fiscalía de la Nación que Lamula.pe ha obtenido, el consejero Herrera Bonilla llegó a la Fiscalía, por el sótano principal, los días 4 de mayo, 6 y 17 de junio, y 11 y 14 de julio del año pasado.

El motivo de las primeras cuatro visitas fueron “visita” o “reunión” con “el FN”, y la quinta, con la entonces fiscal suprema de Control Interno, Nora Miraval Gambini.

Los reportes fueron elaborados por los agentes de la empresa de seguridad privada Servicio de Seguridad Morgan del Oriente, responsable de la protección y vigilancia de los ambientes del Ministerio Público.

El primer arribo de Herrera ocurrió el miércoles 14 de mayo, a las 9:45 de la mañana, dos días después de la asunción de mando de Ramos Heredia como mandamás de la Fiscalía.

El segundo fue el 6 de junio, a las 11:25 de la mañana. En el registro de ese día se lee: “Dr. Máximo Herrera Bonilla. Consejo Nacional de la Magistratura. Visita: FN”. “FN” es, en todo el Ministerio Público, el fiscal de la Nación.

El 17 del mismo mes se dio la tercera visita, a las 12:20 de la tarde. De nuevo, el motivo fue: “Reunión FN”.

Para el día 11 de julio el agente de seguridad Jesús Palomino Garay fue más específico. Cuando Herrera llegó, a las 13:30 horas, el trabajador consignó con su puño y letra: “Motivo: Reunión con el FN”. Reiteramos, en el Ministerio Público el fiscal de la Nación es señalado como “el FN”.


CONTEXTO DE LAS VISITAS

Entre los meses de mayo, junio y julio de 2014, Carlos Ramos y su antecesor José Peláez Bardales eran blanco de severas críticas por el rol que cada uno cumplió en los casos relacionados a César Álvarez y, en particular, el escándalo de La Centralita. Ramos y Peláez eran jefe de Control Interno y fiscal de la Nación, respectivamente.

Además, ya empezaba a asomar la figura de Rodolfo Orellana como un personaje que, pese a la cantidad de denuncias existentes en su contra, la Fiscalía casi no tocó.

Para entonces, Peláez Bardales ya había acudido a la Comisión Áncash del Congreso de la República y al CNM para dar cuenta sobre le remoción de los cuatro fiscales anticorrupción que allanaron La Centralita.

Fue en la sesión plenaria del CNM del día 28 de mayo –14 días después de la primera visita y ocho días antes de la segunda– que Herrera Bonilla decide abstenerse de conocer los casos relacionados a su amigo, el entonces flamante fiscal de la Nación, Carlos Ramos.

Es decir, las reuniones de Herrera en la Fiscalía se desarrollaron en un momento en el que los casos relacionados a la región Áncash y a su presidente regional caído en desgracia, César Álvarez, ya agobiaban a Peláez y a Ramos.

Posteriormente, el 12 de junio el diario El Comercio dio cuenta de que la entonces jefa de Control Interno, Nora Miraval, había respondido a un requerimiento efectuado días antes por el Instituto de Defensa Legal, señalando que no existía registro de visita alguno al despacho de la Fiscalía de la Nación.

Ahora se sabe que dicha afirmación era falsa.


“NO PUEDO PRECISAR”

Consultado sobre el contenido de los cuadernos de visitas y los motivos de sus arribos a la Fiscalía de la Nación, el consejero Máximo Herrera respondió a este portal: “No puedo precisarle que me haya visto con él (Ramos Heredia)”.

Después, señaló: “De repente sí, me habré cruzado con él y habremos cruzado algunas palabras, pero por cuestiones no importantes que no puedo recordar. Pero no por los temas de la Comisión de Procesos Disciplinarios porque yo estaba abstenido”.

“Mire, puede ser que yo haya hecho esas visitas, pero no están claras porque yo no recuerdo haber hecho visitas por temas puntuales al doctor Ramos”, dijo también.

Y, para mayor abundamiento, añadió: “En su despacho, propiamente, no recuerdo. Que me haya cruzado con él, sí. Pero no recuerdo que conversé con él, porque no venía al caso tener una agenda o un tema puntual, y más aún cuando yo estaba abstenido en esos casos”.

Eso sí, reconoció el consejero ser amigo del suspendido fiscal. “Somos amigos, sí, no somos íntimos, pero somos amigos”.

Lo que no dijo el doctor Herrera es que los reportes de los que damos cuenta en esta edición corresponden al servicio de seguridad del ingreso vehicular a la Fiscalía, que supervisa los ingresos de visitantes por el sótano principal, que da al jirón Ayacucho (parte posterior del edificio) y que –según fuentes de esta institución– conduce al ascensor privado del fiscal de la Nación.

“Quien entre por el sótano le proporciona al agente sus datos, pero desde el interior del vehículo, no deja su DNI”, señaló una fuente acreditada a este portal.

Lamula.pe intentó también contactar al fiscal Carlos Ramos y le dejó mensaje en su teléfono celular, pero hasta el cierre de esta edición el magistrado no respondió. Si bien Herrera no participa en las investigaciones del CNM contra la suspendida autoridad, ¿no es mejor que mantenga realmente distancia del protagonista de una de las más importantes investigaciones de los últimos tiempos?