Un policía estadounidense fue acusado de asesinato tras matar a tiros a un hombre afroamericano desarmado en North Charleston (Carolina del Sur), informó el alcalde de la ciudad, Keith Summey.
El suceso ocurrió el sábado, pero el martes salió a la luz un video, grabado por un peatón, en el que se observa cómo el agente dispara al menos cinco veces a la víctima mientras esta huye corriendo.
El incidente se desencadenó a partir de que el agente Michael Slager, blanco y de 33 años, ordenó parar al conductor de un vehículo con una luz rota.
Walter Scott, afroamericano y de 50 años, salió corriendo tras detener el vehículo hasta llegar a un solar, donde el agente le disparó al menos cinco tiros que acabaron con su vida.
Scott huyó presuntamente porque tenía pagos atrasados de la pensión de sus cuatro hijos y temía ir a la cárcel, según explicó a medios locales Chris Stewart, abogado de la familia del fallecido.
"No tiene un pasado violento. Tenía un trabajo, estaba comprometido. Tenía pagos retrasados en la pensión de sus hijos y no quería ir a la cárcel", añadió.
Medios locales aseguran que Scott había sido detenido en al menos 10 ocasiones a consecuencia de su retraso en los pagos de la pensión de sus hijos.
En el video del suceso, facilitado por el abogado de Scott al New York Times, se observa como el policía Michael Slager ordena a la víctima que ponga los brazos detrás de la espalda una vez ya está abatido en el suelo.
"Cuando te equivocas, te equivocas. Cuando tomas una mala decisión, no importa si eres un oficial o un ciudadano de la calle, tienes que afrontar esa decisión", dijo el alcalde de North Charleston, Keith Summey.
Slager era policía local desde hacía cinco años y anteriormente había servido en la Guardia Costera. Si se le encuentra culpable del asesinato de Walter Scott, el policía podría ser condenado a una pena que va de los 30 años de cárcel hasta la cadena perpetua.
La versión inicial que ofreció el agente el sábado fue que disparó porque Scott trató de arrebatarle el arma y temió por su vida.
"Tenemos muchos policías buenos. Lo que ha ocurrido no es aceptable en Carolina del Sur ni refleja nuestros valores o la manera en la que la mayoría de nuestros agentes actúan", dijo en un comunicado la gobernadora del estado, Nikki Haley.
"Garantizo a todos los ciudadanos de Carolina del Sur que habrá un proceso judicial completo. Este es un momento triste para todos en el estado, y urjo a todos a trabajar unidos para que nuestra comunidad se recupere", añade la nota.
El FBI y el Departamento de Justicia han iniciado una investigación para determinar si este caso constituye una violación de derechos civiles.
Este suceso se suma a la preocupante lista de casos de policías blancos que han matado a tiros a ciudadanos afroamericanos desarmados o en circunstancias controvertidas.
Este problema, que se situó en la primera línea de la política nacional tras la muerte de Michael Brown en agosto, es una de las prioridades en las que trabaja el Departamento de Justicia, encabezado por el afroamericano Eric Holder.
Con información de EFE y NYT.