BP, Chevron, ExxonMobil, Royal Dutch Shell y Total son las cinco principales empresas energéticas del mundo, y no lo pasan bien. De acuerdo con un informe del bando de inversión Morgan Stanley, resaltado por el diario británico Financial Times, perdieron más de 1,000 millones de barriles de reservas en el 2014, la peor caída en al menos seis años.
Martijn Rats, analista de la entidad financiera, se basa en los recientes informes anuales (memorias) de estas compañías: las reservas probadas de todo el grupo se redujeron a 78.6 mil millones de barriles equivalentes de petróleo (BEP) el año pasado, desde un poco más de 80 mil millones de BEP en el 2013.
¿Por qué ha ocurrido esto?
Las pérdidas serían consecuencia de la disminución sustancial del número de barriles agregados a las reservas como resultado de nuevos descubrimientos y extensiones de los campos de petróleo y gas existentes. Mientras en el 2011 hubo 4.4 mil millones de BEP, en el 2014 se bajó a 2.3 mil millones. Y aunque esto depende de la cantidad de barriles que las empresas registren como 'reservas "probadas', si continúa el bajo rendimiento de la exploración –apunta el analista– habrá dudas sobre la capacidad de las empresas para crecer a largo plazo sin hacer adquisiciones.
Las reservas son bienes bancarios a los cuales las compañías de petróleo y gas deben seguir contribuyendo para mantener la producción en el futuro. Éstas están obligadas a publicar datos sobre las reservas probadas, las cuales tienen la intención de desarrollar, pero no sobre las reservas probables.
El índice de reposición de reservas mide cuánto petróleo y gas se añaden a las reservas en relación con la producción, y en el 2014 fue de 84%, el peor porcentaje desde el 2010. En esto influyeron las fuertes caídas anuales que sufrieron Shell y BP. En tanto, el auge de shale en Estados Unidos ha elevado la producción total de ese país y ha contribuido a la caída del 50% en los precios del petróleo. Los operadores más pequeños son los protagonistas de esto último.
Por otra parte, las grandes compañías han frenado el gasto de capital, con el propósito de mejorar los rendimientos. Rats cita a la consultora de energía Wood Mackenzie, que proyecta que los presupuestos de exploración de toda la industria caerán 30% este año después de la caída del precio del petróleo. "Una disminución de las reservas podría no ser contraproducente si su calidad está mejorando. En efecto, si se analiza más detenidamente, la perspectiva general es más complicada que lo que sugieren los cambios interanuales", dice Christopher Adams, editor de la sección Energía del Financial Times.
Adams llama la atención en que si bien las reservas probadas de las 'cinco grandes' disminuyeron en el 2014, la vida útil de esos bienes ha ido en aumento, de 12.6 años en el 2010 a 14.1 años en el 2014. "Esto refleja en parte la naturaleza de los barriles agregados a las reservas. El gas licuado natural y las arenas petrolíferas de Canadá, que representan una parte sustancial de las reservas agregadas recientemente, tienen una vida útil más larga que los hallazgos de crudo convencional", añade.
"Históricamente las grandes compañías no son las exploradoras más eficientes. Las compañías más pequeñas suelen hacer mejores exploraciones. Pero donde realmente se destacan las grandes compañías es en el desarrollo", dice Rats.
Es poco probable que las grandes empresas energéticas reviertan la disminución de los descubrimientos. Por ello, deberán encontrar otras maneras de contribuir a las reservas. Una forma de lograrlo es llegar a acuerdos con los gobiernos anfitriones que les permitan a las compañías registrar las reservas probadas como activos contables. Por lo pronto, el 2015 no será muy diferente al año pasado y los analistas esperan las reacciones de las petroleras.