Tuvieron que pasar 52 años para que un gabinete ministerial 'caiga' por el mecanismo de la censura congresal

En la víspera de la derrota de Ana Jara, los principales gremios empresariales del país alertaron sobre las consecuencias negativas que generarían que el parlamento censurara a uno de los cuadros más importantes del nacionalismo.

Pero ahora, tomada la decisión, los empresarios del país han cambiado de discurso y solo tienen un pedido para el presidente Ollanta Humala: elegir a un premier de consenso.

Como es conocido, a 'nuestros hombres de negocios' no les gusta el ruido político y siempre prefieren evitar los conflictos porque las 'inversiones pueden verse afectadas'. 

En ese contexto, Martín Pérez, presidente de la Confiep (principal gremio empresarial del país) invocó al gobierno y a las fuerzas políticas a "actuar con madurez, prudencia y rapidez" para revertir esta difícil situación. Otros dirigentes -como Carlos Lozada, vicepresidente de ADEX- van más allá y ven la censura como una oportunidad para una renovación del Ministerio de Economía. Ambos pronunciamientos son recogidos hoy por Gestión.

Pero ¿qué hay detrás de estas preocupaciones empresariales? Pues básicamente un débil entendimiento de lo que sucede en el país. La censura de Ana Jara no es el único problema que afronta el país. Más allá de las 'puyas políticas', existen mayores dificultades en el territorio nacional como el proyecto minero Tía María que la semana pasada tuvo bochornoso amague de cancelación. Al final, el mensaje de Southern Copper es el mismo que el de la Confiep con respecto al premierato: "Apoya las inversiones. No te preocupes de lo demás".

Justamente, ese es el problema. Tal como lo señala hoy David Rivera -director de la Revista Poder-  la elección de nuevo presidente del Consejo de Ministros debe responder a lo que le conviene al país. 

[Foto de portada: Flickr]

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