Sábado 28 de marzo, 8 pm, cuadra 3 de la avenida Arenales, Parque Washington. Una veintena de integrantes de 12 de Mayo, grupo de sikuris que desde hace una década ensaya en ese lugar, se abrazan, bromean y chismean. Es hora de empezar el ensayo. Las cañas suenan, los bombos acompañan. Llegan los tardones, se acoplan al círculo y la melodía continúa. El sonido telúrico del altiplano convoca a transeúntes, como en todos los ensayos (prácticamente es un pequeño concierto al aire libre y gratis). Todo iba bien hasta que ... un tal señor Rosel se acerca a uno de ellos y le dice que no pueden estar allí, mucho menos tocar, que no tienen permiso del alcalde. 

Los sikuris escuchan y le dicen que ellos suelen estar allí, y que nadie se ha quejado. Rosel insiste, con cara de pocos amigos, y les responde: "Ya van a ver". De pronto, camionetas y bicicletas del serenazgo de la Municipalidad de Lima rodean el parque. Hacen sonar sus sirenas y las circulinas de los vehículos ediles parpadean incesantemente. Algunas unidades suben la vereda y se aproximan a los artistas populares. El estruendo dura una veintena de minutos. Pero los músicos –exsanmarquinos la mayoría y abogados algunos– no se inmutan, más bien tocan y le dedican 'cacharparis' a tantas luces. Eso enerva al señor alto y corpulento, quien pensó que los iba a intimidar.

"Se acercaron a nosotros con prepotencia. De inmediato querían que nos retiráramos del parque. Nos dijeron que como no teníamos permiso de la Municipalidad de Lima, no podíamos tocar. Lo que pasa es que a Castañeda le jode la cultura, y sobre todo la popular", dice Carlos Vidal, uno de los sikuris, a LaMula.pe.

“Nosotros ensayamos en ese lugar desde hace 12 años, y nunca nadie se ha quejado de nosotros. Más bien, siempre hay gente que nos viene a escuchar, baila y canta con nosotros. No necesitamos ningún permiso. Lo que ocurre es que el señor Castañeda y su supervisor, el señor Rosel, no saben nada de cultura”, agrega.

“Rosel, supervisor del sector ‘Charly’, distrajo a siete unidades de serenazgo para intimidar a Sikuris 12 de Mayo, cuando en toda la ciudad los delincuentes hacen de las suyas. Este personaje desconocía que somos sanmarquinos y que no le tememos a los bravucones ni a los prepotentes”, señaló por su parte, David Legua, músico y abogado.

Los músicos tuvieron que acudir a las redes sociales y convocar a la prensa para evitar el atropello. Una vez que los serenos vieron el apoyo que recibió 12 de Mayo, y tras una llamada telefónica, abandonaron el lugar. Sólo quedó Rosel en una unidad. 12 de Mayo no se retiró del parque y ensayó, a pesar de las luces cegadoras.

Acciones como esta reafirman que el alcalde de Lima, Luis Castañeda, ha emprendido una campaña contra la cultura popular en Lima, ya sea porque ignora lo que es arte o porque ve fantasmas en toda expresión cultural que no sea propiciada por él. 

“Castañeda le declara la guerra a la cultura, cual extirpador de idolatrías quiere acabar con las expresiones culturales autóctonas. Ayer los murales, hoy los sikuris. Denunciamos esta agresión y a estar atentos a no permitir más agresiones a nuestra cultura, en este caso al siku, patrimonio de la cultura del Perú. Regresaremos a nuestro lugar de ensayo y a hacer respetar nuestro derecho en una plaza pública y expresar nuestra música autóctona, no vamos a permitir ningún atropello por parte de la municipalidad y el nefasto señor Castañeda”, anunció Vidal en su cuenta de Facebook.

¿Los sikuris tendrán que ponerse ponchos y chullos amarillos para que los dejen ensayar tranquilamente? ¿Quiénes serán los próximos exponentes culturales en ser atacados por la actual administración edil?

12 de Mayo promete volver al parque Washington el sábado 11. ¡No se pierdan ese ensayo!