El potente huaico que cayó el martes pasado desde la Quebrada Carossio hacia los barrios de Buenos Aires y Moyopampa, podría generarle serios problemas legales al alcalde de Chosica, Luis Bueno Quino, de Solidaridad Nacional, con más de 22 años en el cargo.
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La avalancha, la segunda de mayor potencia en todo el distrito, no habría sido únicamente consecuencia de la fuerte lluvia de aquel día.
Pobladores de la zona están convencidos de que la gestión de Bueno ha sido, por lo menos, negligente, por haber dispuesto obras con piedras y rocas en el cauce de la quebrada en plena época de precipitación pluvial, y por eso evaluarán denunciarlo en las vías civil y penal.
El día del huaico cayeron rocas de uno, dos y tres metros de diámetro, y hasta una retroexcavadora que se utilizaba en dichos trabajos en la quebrada. Precisamente, algunas casas cuyas paredes y fachadas desaparecieron, fueron violentamente golpeadas por esa máquina pesada.
Máquina que intervenía en la construcción de dos grandes muros dispuesta por la Municipalidad de Chosica desde enero pasado en la parte media de Quebrada Carossio.
Pese a la advertencia de vecinos del lugar y a los pedidos para paralizar temporalmente los trabajos, la obra continuó, y lejos de mantener despejado el cauce, dicho camino de quebrada estuvo obstaculizado por las enormes piedras que los obreros picaban con comba y cincel.
De acuerdo a los testimonios recogidos por Lamula.pe, los peñones nunca fueron retirados, y cuando el agua vino desde las alturas las arrastró con violencia hacia ambos barrios, rumbo a la destrucción de las viviendas.
ÉPOCA DE LLUVIAS
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) aprobó el presupuesto para los dos muros de contención y les asignó el respectivo código SNIP en el 2012. Para uno, el de la margen derecha de la quebrada, asignó S/. 393,344, y para el izquierdo, S/. 617,447. Más de S/. 1 millón.
Pero las obras no se iniciaron sino hasta fines de enero, cuando el Senamhi ya pronosticaba lluvias a través de diversos avisos meteorológicos publicados en su página web desde los primeros días de enero, los mismos que continuaron incluso hasta el 20 de marzo, cuatro días antes del desastre.
Las empresas ejecutoras, seleccionadas vía Adjudicación Directa Selectiva, fueron el Consorcio La Esperanza, que se hizo cargo del muro del lado derecho de la quebrada, y Copahua SAC, del muro izquierdo. El historial de ambas en la web es casi inexistente.
A inicios de marzo las labores se paralizaron dos semanas, según señaló a Lamula.pe el regidor opositor Miguel Zevallos, debido a la falta de presupuesto.
“Lo que no sabemos es si el gobierno central no transfirió, o si el municipio recibió el dinero y no lo destinó a los trabajos”.
Fue entonces cuando una dirigente del lugar, Ana Ninahuanca Gómez –excluida de las coordinaciones de la obra por no ser, señala, seguidora del alcalde– subió hasta la obra y tomó las fotos que ahora presentamos.
Ninahuanca observó en el lugar que los muros no eran de contención sino una suerte de cauce, y estaban dispuestos uno frente al otro, como formando un callejón para que discurra cualquier deslizamiento.
Pero lo más preocupante para ella fue comprobar que las piedras, extraídas y removidas de la misma quebrada, estaban regadas por la ruta del huaico. En el acto Ninahuanca le advirtió a los trabajadores e ingenieros responsables de la obra de los riesgos de esta situación y exigió que se paralicen las labores. No le hicieron caso.
MAYOR EROSIÓN
Alertado por la dirigente, el regidor Zevallos se dirigió al lugar, acompañado de un geólogo, y tomó fotografías adicionales.
El regidor Zevallos advirtió allí un tercer problema.
“Vi que grandes rocas que eran parte del terreno y que le daban estabilidad a esa parte de la quebrada, habían sido retiradas para ser usadas en los muros, y el suelo ya no se veía estable. Eso quiere decir que no hubo supervisión de los trabajos”.
En los días siguientes, la autoridad dio cuenta del problema en algunas emisoras radiales de Chosica.
“Advertimos que en época de lluvias no se debía seguir con estos trabajos”.
Otro regidor, el médico Hugo Neyra, dijo para este informe que su colega Zevallos encontró en la misma zona de trabajos una máquina retroexcavadora, que sacaba piedras y arena de una suerte de cantera.
“Supuestamente la arena era para los muros, pero hay vecinos que dicen que también se la llevaban en camión a otro lado. El regidor Zevalos me comentó que eso era una bomba de tiempo e íbamos a empezar a hacer investigaciones mayores, pero ya no se pudo por el huaico”.
Desde hace años los pobladores de la zona de Moyopampa le han reclamado obras de prevención al alcalde Bueno. Ahora, 22 años después algunas se empezaban a concretar, pero en plena época de aguaceros.
Los vecinos ven en ello un acto de extrema negligencia y cuando terminen de recuperar sus viviendas estudiarán la posibilidad de llevarlo ante los tribunales. La tragedia obliga al alcalde a aclarar esta grave denuncia.