La incapacidad de la autoridad municipal de Chosica –el alcalde Luis Bueno, de Solidaridad Nacional, con 22 años en el cargo– para plantear una política contra desastres naturales, sumada a la falta de previsión de parte de la población, abonaron el terreno para que los huaicos que estallaron hace dos días en las 13 quebradas de distrito sepultaran cientos de viviendas y provocaran la muerte de ocho personas.
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Pero en su momento se hará una evaluación sobre el rol que (no) cumplió el alcalde Luis Bueno.
En este momento, urge llevar ayuda a miles de damnificados en ese distrito y en el de Santa Eulalia –distrito vecino de Chosica que ya pertenece a la provincia de Huarochirí– que han perdido todo y mucho.
A las iniciativas del gobierno central, de otros municipios, de la iglesia y de instituciones privadas para socorrer a las víctimas de Chosica, hay una que viene teniendo interesante convocatoria y eco en las redes sociales, promovida por un colectivo de cuatro jóvenes: María Fernanda Gómez, Ximena Pastor (dedicadas a los negocios), Tatiana Palla y Patricia Yovera (periodistas).
Ellas lanzaron el 24 de marzo pasado en sus respectivas cuentas de Twitter y Facebook un llamado para que personas con voluntad, civismo y desinterés puedan prestar ayuda con alimentos, bebidas, frazadas, ropa y productos de uso diario indispensable. Eso se logró.
Pero parece ser que la generosidad ha desbordado las expectativas de las cuatro jóvenes y ahora necesitan fundamentalmente de dos cosas: ayuda de voluntarios para contabilizar y realizar un inventario de todo lo donado; y camionetas o pequeños camiones de carga para transportar todo lo que los donantes han ofrecido.
LO LOGRADO HASTA EL MOMENTO
Hay dos cosas que resaltar. Lo primero es que hay alimentos y bebidas entregadas, pero se requiere de mucha, mucha agua. Recuerden que Chosica no tiene agua ni la tendrá porque muchos de los tanques de abastecimiento han sido destruidos por los golpes de las rocas.
Lo segundo es que una empresa mayorista de ferretería ha donado lampas y picos, y otra de baños públicos ha hecho lo propio con un lote de veinte de estos aparatos.
Entonces, ahora el colectivo de chicas no sabe qué hacer para llevar todo ello hasta Chosica y Santa Eulalia. Ellas esperan que en las siguientes horas alguna compañía de transporte de carga diga “yo también quiero ayudar” para poder garantizar la ayuda a los damnificados.
Y aquí hacemos una acotación para pedirle a las autoridades lo siguiente: toda vez que los camiones y vehículos de carga solo están llegando hasta la zona denominada Santa María (más de diez cuadras antes de la Plaza de Armas de Chosica), deberían tener en cuenta que el sábado en la mañana habrá camionetas y camiones portando ayuda. Por favor, deben dejarlos pasar, y que en este caso la Policía no sea excesivamente rígida.
CONTACTOS
Las voluntarias tienen dos teléfonos móviles para que puedan contactarlas: 997 894 037 y 963 696 830, y las direcciones en las cuales dejar sus donaciones:
Chacarilla: Los Aviadores 263, Surco (altura de la cdra. 5 de Av.Caminos del Inca). Preguntar por Alexandra Crisanto.
Miraflores: Calle Francia 741, dpto. 603. Preguntar por Patricia Yovera.
Miraflores: Av. Arequipa 4856, Miraflores (a media cuadra de Av. Angamos). Solo de 6 pm a 10 pm. Preguntar por Jasmín Ruiz Castañón.
Miraflores: Calle José Gonzáles 342 (altura cdra. 10 de Av. Larco). Preguntar por Jimena Cárdenas.
Surco: Los Sauces 196, dpto. 801, Surco (altura de la cdra. 4 de Av. Golf Los Inkas A). Preguntar por Ximena Pastor Guevara.
Jesús María: Mariscal Miller 822-828.
Y el siguiente número de cuenta: 194 – 28828486 – 0 – 80.
Finalmente, la ayuda debe partir rumbo a Chosica el sábado 28 de marzo a las 6:30 a.m., desde el Óvalo Alpamayo, cercano al Estado Monumental de la ‘U’ (clic aquí para que sepas cómo llegar)
Ciertamente, ni esta iniciativa ni las otras resolverán el problema de vulnerabilidad y alto riesgo que caracteriza al distrito, ni reemplazará la ausencia de la autoridad edil.
Pero al menos llamarán la atención y recordarán que quienes gobiernan en Chosica hace más de 20 años carece de visión y, a lo mejor, hasta de criterio.