Hubo una época en la que las distribuidoras de cada país diseñaban la publicidad de las películas de su cartelera.

Estos afiches checos de las décadas de 1960 y 1970 son prueba de que, a veces, el original no tiene la última palabra, y que el mejor diseño de arte es el que no toma fotogramas de la película y los convierte en gigantografías, sino que juega con el concepto y el colorido de la película.

En este post, algunos de los afiches checos de películas estadounidenses que más nos gustaron. Mira más en la página Terry Posters.

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