En noviembre pasado se presentó el proyecto con una ciclovía de 70 metros que producía energía por el contacto con el sol. La iniciativa fue aplaudida y ayer en Krommenie, ciudad al noroeste de Amsterdam, se inauguró, convirtiéndose en la primera ciclovía solar del mundo.
La energía producida, por supuesto, no contamina y motiva a todos los ciudadanos a usar bicicleta como medio de transporte para, dentro de poco, generar la energía que necesita la ciudad, por ejemplo, para brindar servicios públicos.
La ciclovía está construida con paneles de hormigón que almacena células solares y encima está cubierta con vidrio templado para evitar accidentes. Cuando estas placas recepcionan la luz solar, producen energía instantáneamente.
En la vía hay enchufes y adaptadores especiales para que los usuarios puedan recargar lo que deseen. En Holanda, las bicicletas y los vehículos eléctricos son muy comunes, por lo que ahora tienen una opción de recargar sus baterías con energía no contaminante.
Según Stefen De Wit, científico que participó en la construcción de 'SolaRoad', dice que la pista produce 140 kilowatios por hora, lo que permitiría hasta hacer funcionar 140 veces una lavadora. Según el especialista, pronto se inyectará la ciclovía a la red eléctrica de la ciudad y la energía podrá ser usada para iluminar las vías públicas.