Once rutas complementarias a los corredores viales de la Panamericana, Carretera Central y San Juan de Lurigancho podrían ser canceladas y serían puestas a licitación libre nuevamente porque, según la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML), el primer contrato de concesión no fue aprobado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Ese visto bueno es requerimiento obligatorio para cualquier acuerdo entre una empresa privada y el Estado y entró en vigencia un día después de que las líneas fueron concesionadas.
Es complicado el tema pues ya se había establecido que todas las rutas de Lima estén autorizadas a transitar para brindar el servicio de transporte público.
Sin embargo, Pro Transporte no aprobó la negociación y decidió reiniciar el proceso de licitación. Su sustento es el Decreto Legislativo N° 1012 que sí afecta a las 11 rutas mencionadas y a las otras 38 que se firmaron antes de la modificación de dicho decreto.
En este oficio del 13 de marzo de 2015 se declara la nulidad de la licitación y se retrotrae el proceso:
Entonces, las empresas que ganaron el concurso en diciembre no tienen autorización de transitar sus vehículos hasta que se aclare el tema y saber qué empresas son las que brindarán el servicio, más aún en esta época universitaria y escolar en la que no hay bus que no esté lleno ante la demanda de la ciudadanía.
Entonces tenemos aquí otro conflicto político/económico de la gestión anterior con la actual por la concesión de estas 11 rutas. La MML a través de un documento argumenta:
"No se ha realizado la firma de los contratos debido a que las empresas concesionarios no cumplieron con los requisitos establecidos en las bases e incluso algunas de ellas no se presentaron para el acto de suscripción previsto".
Aquí el documento completo:
¿Entonces qué viene ahora?
Para no anular la licitación, Pro Transporte tendría que observar los contratos y hacer las acotaciones necesarias para que las empresas ganadoras en diciembre pasado tengan los permisos necesarios para brindar el servicio.
Sin embargo, no habría razones para pensar que la actual gestión de la MML actúe de esa manera, por lo que la otra opción sería eliminar los contratos y llamar a otras empresas a competir para lograr la concesión de estas 11 rutas que afectan a miles de limeños.