No es la primera vez que piden la renuncia de la presidenta Dilma Rousseff. Unos lo hacen porque se han decantado del gobierno tras las denuncias de corrupción, otros porque se sienten afectados por la recesión económica que vive el país –no necesariamente por un mal manejo de las finanzas, como sostienen algunos críticos–, y también hay quienes no le perdonan haber ganado la reelección. Estos últimos –seguidores de Aécio Neves– son quienes más han participado en la convocatoria de las marchas de hoy en Brasil. Impeachment! es el lema que ha sido difundido durante las dos últimas semanas y que ha sido escuchado por una veintena de estados, que en este momento –al cierre de esta nota– salen a las calles a pedir que su presidenta deje el cargo.

¿Es insostenible lo que ocurre en Brasil? ¿Es tan malo lo que Dilma ha hecho en los casi tres primeros meses de su segundo gobierno? ¿Por qué importantes medios de comunicación, encabezados por O Globo, han emprendido una intensa campaña contra el Partido de los Trabajadores (PT)

En Brasil, durante los últimos dos meses, algunos medios de comunicación y la derecha se han dedicado a plantar en la opinión pública brasileña la idea de destitución de la presidenta, seis meses después de su reelección. Hay quienes dicen que Neves, del PSDB, y sus seguidores no asimilaron la derrota ante el PT y usan como caballito de batalla de sus críticas las denuncias de corrupción en la empresa estatal Petrobras. Las fuerzas militares están a la expectativa. El Tea Party brasileño quiere frotarse las manos.

Manifestantes hoy en brasilia / foto:  agenciabrasil

¿Quiénes están detrás de las protestas?

Ciertamente hay estudiantes, trabajadores estatales, desempleados, amas de casa que sufren el día a día, incluso exmilitantes del PT, pero ellos no son quienes encabezan las protestas.

De acuerdo con información del diario brasileño Folha de São Paulo, el 'Movimento Brasil Livre' (MBL), una organización virtual, es el principal grupo convocador de las protestas. La revista británica The Economist dice que el grupo fue fundado en el 2014 para promover 'soluciones' de libre mercado para los problemas de Brasil.

Blogueros brasileños consultados por LaMula.pe señalan que por ejemplo, el movimiento 'Estudantes pela Liberdade' (EPL), que es activo participante en las protestas anti-Dilma, es financiado por la corporación petrolera estadounidense Koch Industries, firma acusada de atacar los derechos indígenas, depredar el medio ambiente, negar el cambio climático y que tiene mucho interés en adquirir Petrobras.

Entre las acusaciones a los hermanos David y Charles Kosch destacan el robo de 5 millones de barriles de petróleo en una reserva indígena (que originó una multa de U$25 millones del gobierno estadounidense) y otra multa de US$1.5 millones por interferir en las elecciones de California en el 2012. También han sido multados con US$30 millones por derramar petróleo. "Su interés por Petrobras es evidente, ¿por qué tanto ruido con lo ocurrido en las últimas administraciones de Petrobras?", dice Amanda Nascimento, consultora de hidrocarburos brasileña, a LaMula.pe.

los hermanos kosch en la tinta de Victor Juhasz / rolling stone

A su vez, entre los columnistas de MBL figuran colaboradores de EPL, del Instituto de Estudos Empresariais (IEE), del Instituto Liberal (IL), del Partido Novo y del Partido Libertários.

El MBL apoyó la campaña de Neves, y no esconde lo que pretende con las manifestaciones de hoy: "El principal objetivo del movimiento en este momento es derribar al PT, el mayor enemigo de la libertad y la democracia en nuestro país”, dijeron Kim Kataguiri y Renan Santos en un artículo en Folha de S. Paulo.

Como voceros o difusores de las propuestas anti-Dilma, el gigante de la información brasileña, O Globo, ha tenido papel preponderante. El grupo de la familia Marinho es la más fuerte oposición a los gobiernos del Partido de los Trabajadores, los dos primeros períodos de Luiz Lula da Silva y los que siguieron de Dilma.

Los partidarios de Rousseff acusan al grupo mediático de presentar noticias de tal manera que parece que la situación que vive el país es catastrófica, y que ignora los programas del gobierno que favorecen a los ciudadanos.

Incluso, cuando O Globo despliega informes punzantes sobre la corrupción en Petrobras, olvida que la familia Marinho apoyó al presidente Henrique Cardoso, en cuya gestión se habría originado la corrupción en la estatal.

Ayer se conoció la lista de empresarios brasileños que tuvieron vínculos con la sucursal suiza del HSBC. En ella figuran directivos de los grupos O Globo y Folha.

Ciertamente Brasil está polarizado, y no desde ahora. Hoy marchan decenas de miles que piden la cabeza de Dilma, pero el viernes también hubo mares de gente que salieron a apoyar a la gobernante. Prefirieron hacerlo ese día y no hoy para evitar enfrentamientos violentos y no caer en provocaciones de quienes han organizado la jornada. En las redes sociales la pugna es intensa y cotidiana.

Mientras tanto, Rousseff ha pedido calma a los brasileños; ha afirmado que el país no vive el caos que pintan los medios conservadores y que las medidas para reactivar la economía serán fuertes pero no afectarán los programas sociales que benefician a los menos favorecidos.


(Foto portada: AgenciaBrasil)



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