Un país sin educación es un país sin futuro, reza un dicho. Y es cierto.  La mejora en la compresión de lectura y de matemáticas entre los estudiantes de segundo de primaria a nivel nacional es una luz de esperanza, pero hay mucho por hacer aún, señaló el ministro de Educación, Jaime Saavedra.

En paralelo, el presidente Ollanta Humala, en un mensaje a la nación esta semana, a propósito del inicio del Año Escolar 2015, anunció que la meta es duplicar el sueldo de los maestros hacia el 2021, para el Bicentenario del Perú.

Lamula.pe buscó a 4 expertos vinculados a la educación para pedirles una opnión al respecto. Este es el resultado


1. José Rivero Herrera, educador con experiencia en UNESCO.

El problema es que tanto en la Ley de Carrera Pública Magisterial como en el Ley de Reforma Magisterial, el sueldo mínimo de los docentes es mezquino. El sueldo base de los maestros es paupérrimo. 
El tema es si el Gobierno está dispuesto a darles un aumento significativo, pero a nivel de la remuneración mínima. Este es el momento, porque estamos viviendo un momento excepcional: hay un incremento en el presupuesto del sector gracias a la administración del ministro Saavedra. Pero a pesar de ese aumento, seguimos en deuda porque la partida destinada al sector Educación solo llega al 3% del PBI (cuando la meta es llegar al 6%).

2. Ricardo Cuenca, investigador del IEP y experto en temas educativos.

Me parece bien que el aumento de sueldos para los docentes esté enmarcado en una política meritocrática. Va a ser una punto a favor para fortalecer el Magisterio. El TC lo ha declarado constitucional porque no atenta contra los derechos de los maestros. Así que estamos frente a una carrera meritocrática que tiene sus beneficios pero también sus exigencias. Los beneficios de acceder a un mejor sueldo están supeditadas a tener un buen desempeño.
Si no es un aumento de sueldo a los docentes del todo, que es lo que nos gustaría, por lo menos que sea un compromiso para subirle el sueldo a los maestros a largo plazo.

3. Hamer Villena, secretario general del SUTEP

El presidente Humala nos ha dicho que para el 2021 se habrá duplicado el sueldo para los maestros. Pero eso es demagogia porque los años de permanencia en cada escala nos obliga a permanecer en las escalas sucesivas 20 años. De aquí a 20 años ya la mayoría ya se habrá jubilado.
El aumento de sueldo debe darse de acuerdo a la canasta básica familiar y costo de vida que arroja el INEI. Con ese criterio se le ha aumento a los policías el sueldo a 1,800 y a fines de año llegará a 2,500 soles. Nosotros los maestros ganamos 1,300 soles y con ese sueldo no puede vivir ningún profesional. Tenemos un sueldo denigrante. 
Además hay 106 mil docentes contratados que ganan 1,000 soles, hay 195 mil docentes que han descendido de escala y solo 50 mil puedan reubicarse o recuperar su escala. O sea 145 mil se quedarán en la misma escala y ganarán 1,300 soles. Es la ley del embudo. Solo un porcentaje mínimo accederá efectivamente al aumento del sueldo. Mientras que hay 20 mil cesados y jubilados con una pensión de 600 soles, menos que el sueldo mínimo vital.
El SUTEP tiene un proyecto de ley presentado al Congreso que no se aprobó. Nosotros proponemos que sea un piso salarial del 60% de la UIT, es decir, 2,330 soles.

4. Jorge Arrunátegui, de la Dirección General de Desarrollo Docente del Minedu

Si lo que nosotros queremos es mejorar la calidad de la educación, es imposible hacerlo sin revalorizar la carrera del maestro y su rol en la sociedad. Y esto pasa por mejorar la remuneración del docente. Es cierto que el aumento parte de una base muy baja pero hay que recordar que el sueldo de los maestros han venido decayendo en los últimos 30 años.
El año pasado se ha gastado 600 millones de soles adicionales destinados a la planilla de sueldos profesores. Mientras que en el 2013 se gastó 1,086 millones de soles. Para este año, se tiene previsto un aumento de 1,700 millones soles adicionales en remuneraciones para docentes. Aún así con todo este esfuerzo, es probable que lleguemos a fin de año a promedios que todavía no nos permiten, de un lado tener maestros con remuneraciones atractivas que les permitan trabajar tranquilos y , por otro, atraer a los mejores chicos que terminan el colegio para que opten por la carrera docente.