Dos días después de que el presidente Ollanta Humala expresara su disconformidad con la respuesta chilena ante las protestas peruanas por el caso de espionaje destapado recientemente, el Gobierno del Perú ha decidido retirar temporalmente a su embajador en Chile, Fernando Rojas Samanez.

En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú informa que "el viceministro a cargo del asunto y director general de América convocó al encargado de Negocios de Chile con el fin de hacerle entrega de una Nota Diplomática en la cual el Gobierno del Perú reitera su más firme rechazo y profunda preocupación por las acciones de espionaje de Chile en contra de la seguridad nacional", y confirmó que "en tanto no se den las satisfacciones del caso, se procederá al retiro del embajador del Perú en Santiago de Chile", según reportan hoy tanto medios peruanos como chilenos

Aunque en Chile se aseguró ayer que el asunto del espionaje es un "caso cerrado", en la nota diplomática transmitida al encargado de negocios la cancillería peruana afirma que los hechos están debidamente verificados, y reitera que la respuesta del gobierno chileno hasta ahora es insuficiente.  Perú ha remitido a Chile documentación complementaria del caso, luego de la primera nota diplomática enviada el 20 de febrero.

Hoy, además, el diario La República reporta que el marino peruano acusado de espionaje, Johnny Philco, estuvo en comunicación con los servicios de inteligencia de la armada de Chile al menos desde hace 9 años, desde que estuvo destacado en la base naval de Mollendo en el 2005.

La República informa también que el oficial naval chileno identificado como el contacto de Philco, el capitán de corbeta Francisco Calvanese (a quien el agente peruano conocía como "Carlos"), entro por primera vez al Perú, coincidentemente, ese mismo año. 

Es decir, el caso revelado en estos últimos días, que ha generado la controversia diplomática que hoy escala entre Perú y Chile, no es un asunto reciente sino un trabajo sistemático y prolongado de infiltración, algo que podría explicar la cada vez más enérgica actitud asumida por las autoridades peruanas. 


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