Después de una controversia de varias semanas, hoy el World Press Photo terminó por retirarle el premio a Giovanni Troilo, el fotógrafo italiano que había ganado el primer lugar en la categoría de Asuntos Contemporáneos con una historia sobre la ciudad belga de Charleroi.

La historia de Troilo, llamada La Ville Noire - The Dark Heart of Europe (La Ciudad Negra – El Corazón Oscuro de Europa) consiste en 10 fotografías de la Charleroi, sus habitantes y su periferia, y la descripción general que ofrece Troilo es la siguiente:

Charleroi, La Ciudad Negra, una ciudad cercana a Bruselas, simboliza en sí misma a Europa entera. El colapso de la manufactura industrial, el crecimiento del desempleo, la inmigración en aumento, el surgimiento del microcrimen. La regresión del bienestar social, la falta de identidad común. Esta historia es un viaje a las raíces de mi familia, que se mudó de Italia al distrito de Charleroi en 1956 para trabajar en la industria del acero. ... En esta encrucijada, muchas poblaciones que se unieron bajo el techo de las oportunidades de trabajo se quedaron sin nada que compartir cuando se acabó el trabajo. Hoy, el malestar social se combina con las vidas de los ciudadanos. ... Un sexo perverso y enfermizo, odio racial, obesidad neurótica y el abuso de drogas psiquiátricas parecen ser las únicas curas para hacer aceptable este malestar endémico. ...

El primer reclamo, por supuesto, vino del alcalde de Charleroi. En una carta dirigida al World Press Photo, el alcalde Paul Magnette afirmaba que la visión que Troilo ofrece de Charleroi es equívoca, que no refleja la realidad. Tras alguna investigación, y tras preguntarle a Troilo acerca del contexto de sus fotografías, el jurado y la administración del concurso decidieron no retractarse.

la fotografía 'armada'

Luego, se dijo que algunas de las fotografías de Troilo eran armadas, que su intervención las invalidaba como producto fotoperiodístico. En especial, el reclamo se refería a una fotografía en la que una pareja tiene sexo en un auto. Para tomarla, Troilo puso un flash remoto dentro del vehículo, pero la escena no fue idea suya, sino de su primo, que es quien está dentro del auto y dice que suele tener sexo anónimo en ese lugar. 

Una vez más, el World Press Photo ratificó el premio, indicando que, a pesar de la intervención de Troilo, la foto no era escenificada, ya que era una situación que se hubiese dado aunque el fotógrafo no estuviese presente.

El tercer y último ataque contra el trabajo de Troilo fue que una de sus fotografías, que muestra una escenificación artística realizada por Vadim, un pintor belga. Lo que se ha demostrado es que el estudio de Vadim no queda en Charleroi, y que, siendo el trabajo sobre Charleroi y no habiendo indicado la locación de esa foto específica, Troilo incumplía los estándares de honestidad del concurso.

la foto que finalmente invalidó el premio de troilo

Así, Giovanni Troilo ha perdido el primer lugar, y sus fotos han sido eliminadas de la web del World Press Photo.

Sin embargo, el resultado de tantas idas y venidas es que Troilo ha perdido el premio por descuidado (falta de exactitud en las leyendas, para colmo en una foto que no era indispensable para la historia) más que por deshonesto –habría sido deshonesto si se hubiese demostrado que Charleroi en realidad es una ciudad próspera y llena de bienestar–.

La controversia, además, se enmarca en una crisis más general del World Press Photo, y del fotoperiodismo en general: en el concurso de este año, el jurado descalificó alrededor del 20% de los trabajos en la penúltima ronda, al contrastar las fotos entregadas con los archivos originales que tenían que enviar los fotógrafos que pasaran a esa etapa. La razón fue que las fotos habían sido digitalmente alteradas, aumentando o sustrayendo elementos clave de la imagen.

En ese contexto, parece necesario plantear un debate serio sobre el fotoperiodismo y sus estándares: ¿qué se considera fotoperiodístico? ¿hasta qué punto tiene permitido el fotógrafo ofrecer una mirada parcial de la realidad? ¿cómo reconocer esa parcialidad?

Quizá era necesario utilizar a Troilo, hasta cierto punto, como chivo expiatorio para poner sobre la mesa estos temas que son más difíciles de resolver que el de la manipulación digital.

cerros artificiales en los alrededores de charleroi


[Imagen de portada: abridora de la serie de Troilo sobre Charleroi]



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