Los muy eruditos del cine suelen clasificar las películas, etiquetarlas y hasta desecharlas, tirándose abajo todo el trabajo de un grupo humano. Suena cruel, pero así es este mundo donde algunos con una pequeña reseña pueden sepultar un trabajo inédito aún. No arriesgan nada y lo ganan todo. Del otro lado tenemos a los soñadores, los cineastas y sus trabajos, que lo arriesgan todo por su pasión, y muchas veces, lo pierden todo también.

Pero estamos hablando de trabajos que se lanzan con grandes propuestas, que buscan cuestionar la vida como la conocemos, que nos plantean una experiencia que recordaremos por mucho tiempo, que nos invitan a involucrarnos y creer en un buen montaje. Por otro lado, tenemos las películas que se logran con fines comerciales, lucrativos, publicitarios y hasta oportunistas; este es el caso de algunas producciones peruanas que están azotando últimamente la cartelera.

Todo esto apropósito del lanzamiento del teaser de "Macho peruano que se respeta" protagonizada por Carlos Vilchez (rezar para derrocar el titulo será en vano), del paso de Miguel Barraza por el cine y de la próxima película protagonizada por Fernando Armas. Sí, todas tienen el mismo corte. Además de ser comedias, todas intentan imitar el éxito de "Asu Mare". 

¿Qué implica imitar la película cuasi biógrafica de Carlos Alcántara? Llevar un comediante popular al cine y lograr una extensión de su personaje, incluyendo todas las bromas y muecas que se pueda durante la proyección en las salas de cine. Sin embargo, hay algo que estas comedias post-Asu mare, no se han molestado en imitar. Se trata del nivel de producción, en todos sus ámbitos. Técnicamente Asu Mare es impecable, las otras no. Y es por eso que Ricardo Bedoya catologó a 'El pequeño seductor' como Subcine en una reseña de 2 líneas. 

Aquí su definición de Subcine:

"...una película que es nula en méritos expresivos. También, a un vídeo balbuceante, entrecortado y negligente, con problemas técnicos graves de sonido y edición".

Tal vez sea más justo, y objetivo, catalogar películas entre buenas y malas, por su calidad técnica, al menos por ahora en Perú. Algo que últimamente a las comedias les esta costando. Esta falta de calidad audiovisual es rápidamente identificable no solo en las películas ya mencionadas, sino también en "Loco cielo de Abril" y "Japy Ending", donde de saque los trailers muestran falencias de sonido.  

actores de "loco cielo de abril"

Esta nuevo género etiquetado por Bedoya y apoyado por estas producciones con baja calidad técnica no solo propicia un decaimiento del cine peruano- ojalá sea solo un trastabilleo- sino también una desconfianza por parte del público, que ya iba creyendo más en su cine. 

Asu Mare fue un éxito no solo por las ocurrencias de Carlos Alcántara, sino por el arduo trabajo publicitario, además del gran despliegue de producción y muchos factores más. Algo que las producciones de Vilchez, Barraza, Armas y compañía, no tienen muy en cuenta y que termina por sepultarlos, o peor aun, por guardarlos en ese pequeño saco -que esperemos no crezca- el del subcine peruano. Se dice que el cine peruano esta en expansión, tanto que se dispara en todas las direcciones posibles. Últimamente pareciera que las comedias tiran hacia abajo.


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