La industria minera extractiva en el país es una de las que más endulza a quienes navegan con la bandera de 'las inversiones' por encima de la de los derechos. 

Quienes están embarcados en esa nave repiten hasta la saciedad que ponerle 'obstáculos' a la actividad extractiva supone condenar al país al atraso perpetuo. Es contradictorio que lo hagan enfrentándose permanentemente a leyes que se han instituido para salvaguardar derechos ciudadanos. Lucen, así, más como un grupo de dinosaurios temerosos de extinguirse que como empresarios modernos que quieren ver al país progresar.

Pero hay leves signos de "evolución".

Veamos el caso de Carlos Gálvez , uno de los principales defensores del desarrollo minero. Es el actual presidente de la Sociedad Nacional de Minería Petróleo y Energía (SNMPE), uno de los principales gremios empresariales del país. Estrenado en el cargo hace unas pocas semanas con un discurso confrontacional y altisonante, ha empezado ya a moderarse.

Y es que el gerente de finanzas y vicepresidente de Minas Buenaventura (accionista de Yanacocha) ha hecho hoy una autocrítica (¡¿WHAT?!) en entrevista al diario Gestión, reconociendo que desde su gremio no se ha logrado establecer una estrategia de comunicación con la ciudadanía que les permita hacer frente a los argumentos de quienes se oponen a su actividad.

"Nos están dando una paliza. Diez a cero"

¿Carlos Gálvez, eres tú?

¿Pero por qué nos llama la atención este repentino reconocimiento de que están haciendo las cosas mal, si acá en LaMula se los decimos todo el tiempo? 

Hoy dice que quiere ir a las universidades para explicar en qué consiste la actividad minera y que -agárrense- ¡saluda la Consulta Previa! 

¿A que no parece el mismo Gálvez de hace unos meses, aquel que decía que 'cualquiera que se pone una pluma' cree que tiene derecho a ser consultado?

Así lo dijo en mayo pasado:

"Cada vez son peores (las restricciones ambientales frente a la exploración) En el Perú, en particular, además de las expectativas generadas en las comunidades, tenemos la expectativa generada a los ilegales e informales, que pretenden que las empresas formales no puedan explorar y ni operar, para manejar ellos la operación (...) Si además ponemos la consulta previa a comunidades que no tienen el perfil para ser consultadas, sino que cualquiera que se pone una pluma ya tiene derecho a ser consultado, la cosa será aún más difícil"

Es el mismo Gálvez que al asumir hace solo unas semanas la presidencia de la SNMPE consideró, algo fastidiado, que la Consulta Previa (que hoy saluda) era  'una traba más'.

"Es una traba más (...) tenemos pozos capturados (en el lote 1AB) con 3,000 bpd que se pierden porque resulta que allí se promueve la consulta previa (...) me remito al castellano, significa previa. Si ya hay actividad ¿que cosa debo preguntar?"

¡Ese mismo Gálvez -que decía que Arequipa sí tenía una población educada que entendía las inversiones- hoy nos ha soltado esto!:

[A la pregunta ¿a los empresarios les gustaría que haya regiones que frontalmente dijeran que no quieren minería?] Mejor, porque ya no perderíamos el tiempo, por eso saludo la consulta previa, aunque, claro, el Estado la debe convocar. Es probable que una comunidad diga que no quiere actividad minera, y si es así se tiene que buscar un lugar en el Perú o en el mundo que sí quiera.

Sí, el mismo Gálvez.

¿Por qué de repente tenemos a un representante del gremio minero apoyando un derecho que hasta hace poco consideraba una especie de sabotaje a sus intereses? 

¿De dónde nos sacó esa repentina iniciativa de empezar por casa en lo referente a la comunicación con la ciudadanía?

¿Ha visto la luz, Carlos Gálvez? ¿Qué decíamos de eso de los dinosaurios?

Ah, vale, no más preguntas.


Pero sonría señor, Gálvez, lo seguimos 'filmando':

"Cualquiera que se pone una pluma ya tiene derecho a ser consultado"

El alfil de Roque en la SNMPE

La honestidad brutal de Carlos Gálvez