El próximo 1 de marzo, José 'Pepe' Mujica dejará la presidencia de Uruguay para cederle la posta a Tabaré Vázquez. Durante su periodo de gobierno, el líder de Frente Amplio uruguayo, realizó cambios radicales en el pequeño país sudamericano. Sin duda, las medidas implementadas más polémicas fueron la legalización de la marihuana y la despenalización del aborto. 

Antes de dejar el poder, el diario Perfil visitó a Mujica en su chacra, a pocos kilómetros de Montevideo, para hacerle una larga entrevista (puedes leerla aquí). Compartimos algunos importantes fragmentos de la conversación.


Sobre su militancia política

"Vale la pena pelear para que la gente tenga un poco más de comida, mejor techo, más salud, mejor educación, y transcurra su tiempo sobre el planeta lo mejor posible. Pero nada es más hermoso, más preciado que la vida… Y esto es así en el capitalismo, lo fue en el feudalismo, lo fue para el hombre primitivo… y lo será en el socialismo. Como la vida no hay nada… Eso es lo que aprendimos en esos años, que la vida es el primer valor, y en todo caso el segundo valor es la sociedad.

[...] El capitalismo nos ha dado muchos azotes, pero nos regaló cuarenta años más de vida promedio en el último siglo… ¿qué te parece? Ahora parece haber dado todo de sí; lo lógico es que el socialismo democrático lo reemplace, pero los tiempos de la historia son largos. El capitalismo se desarrolló durante tres siglos sin democracia política…".


El gobierno

"Por un 'proteccionismo' hacia la gente que trabaja, creamos una categoría de funcionarios prácticamente intocable que tiene su porvenir asegurado; entrando en el Estado, dentro de cuarenta años se jubila y nadie lo toca, haga lo que haga. El Estado perdió vigor, y obviamente los sindicalistas defienden esas “conquistas con lo que se transformaron en defensores del statu quo que maniataba al Estado… Tocar eso en el Uruguay es como hacer una revolución… Entonces, quedamos a medio camino.

El Frente trató de vigorizar las conquistas siendo menos demagógico, tratando de usar y hacer las cosas un poco mejor, pero tenemos que transformar el Estado, hacer esa revolución".


La educación

"Lo cierto es que nosotros dimos prioridad a la formación de carácter humanístico y eso devino una cultura. Si una familia mandaba a sus hijos a la escuela industrial, lo tomábamos como una cosa de segundo orden. Tenemos una educación que no puso énfasis en las matemáticas, la física, la química, en todas las ramas de la ingeniería, que están ligadas al producto material de una sociedad. Somos fecundos en poetas, escritores y periodistas, una intelectualidad muy importante, pero abandonamos el campo del trabajo [...]

Pero el pueblo uruguayo nos viene dando una señal: la gente hace días de cola para anotar un muchacho en la enseñanza industrial. La matrícula aumentó casi 40%, pero no le dimos recursos como para satisfacer esa demanda; estamos en una situación híbrida."


La Integración regional

"En los países determinantes de América Latina, Brasil, Argentina, México, los dirigentes hablan y asumen un discurso integracionista, pero desde el punto de vista práctico, están metidos hasta las orejas en las contradicciones del Estado nacional. Hacia afuera, hacia los otros países de la región, se conducen según sus tensiones internas… Estamos lejos de tener una política de construcción.

[...] 

¿Sabés quiénes somos los más integracionistas? Los países chicos; por necesidad, porque vamos corriendo de atrás. La integración precisa un liderazgo, y ese liderazgo se llama Brasil, pero la Argentina tendría que acompañar, y no acompaña un carajo, más bien lo contrario, es como si la Argentina se hubiera retrotraído a una visión de 1960. En cuanto tiene el viento de cola, Argentina se olvida de la integración, cuando le van bien las cosas agarra para otro lado: También Brasil."


La legalización de la marihuana

"No es liberalismo hippie. No tiene tiene nada que ver con esa mentalidad de “marihuana libre” y todo lo demás. Nosotros no defendemos la marihuana como una panacea que es buena pa' la salud. Se trata de una medida contra el narcotráfico, porque peor que la marihuana y que cualquier droga es el narcotráfico. Es una política que procura robarle el mercado al narcotráfico. Que sea un negocio legal, porque de lo contrario tengo que reprimir… si hay ciento cincuenta mil tipos que deciden fumar, los tenemos que tener identificados".


La felicidad

"Dicen por ahí que soy un presidente pobre, pero en realidad soy sobrio en mi forma de vivir. Vivo con poco, liviano de equipaje, deliberadamente, es una opción. ¿Para qué? Para tener tiempo libre y gastarlo en esas cosas que a mí me motivan. Si me dedico a acumular plata, después tengo que andar desesperado tapando agujeros; que me van a robar acá y que me van a joder allá y esto y lo otro, y estoy gastando tiempo de mi vida –el tiempo no se puede comprar– en cosas que no me motivan".


El futuro

"Los sueños no se terminan nunca, mientras hay existencia.Yo tengo convicción socialista, aspiro a contribuir a que vaya quedando una inteligencia, unos dirigentes de esos que al morir, o al cabo de su mandato, dejan gente, una sociedad, que los supera con ventaja. Porque las cosas se estiran en el tiempo y la vida humana resulta corta para lo infinito de las tareas del futuro, para tener sociedades más justas. Esas sociedades no van a nacer por generación espontánea; necesitan voluntad humana organizada".

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