Sus vacaciones la salvaron de caer asesinada junto con sus compañeros del semanario francés Charlie Hebdo, donde trabaja desde el 2011. Zineb El Rhazoui, periodista marroquí y nacionalizada francesa, tiene 33 años y el hecho de trabajar en el semanario, de haber participado en uno de los guiones de 'La Vida de Mahoma', la tira que le costó la vida a Charb, y ser una activista por los derechos de la mujer parecen ser motivos suficientes para que sea blanco de amenazas de muerte de parte de yihadistas del Estado Islámico desde hace semanas.
Si bien éstas empezaron en enero, en los últimos días han aumentado y muestran mayor peligro. Estado Islámico ha convocado –vía redes sociales– a sus "lobos solitarios" alrededor del mundo para que la encuentren y la asesinen.
Los terroristas habrían reunido información de Zineb El Rhazoui luego de ingresar a su cuenta de Facebook, y han publicado mapas de los sitios a los que suele asistir, incluidos datos de su esposo, el escritor y columnista Jaouad Benaissi. "Hay que matarla donde esté", dicen.
Bajo el hashtag #HayQueMatarAZinebElRhazouiEnVenganzaDelProfeta, en Twitter piden que los seguidores de Estado islámico la encuentren y 'hagan justicia'.
Mientras tanto, la periodista ha pedido protección al Servicio de Inteligencia de Marruecos para ella y su esposo, y reclama la poca atención que se ha dado a las amenazas recibidas desde enero.
"Entré a 'Charlie' por mi compromiso, y no por mi curriculum de periodista. En el 2011, en plena primavera árabe, Sylvie, una periodista veterana me llamó y le conté acerca de mi lucha por las mujeres en Marruecos. Dos días después, estaba almorzando con Charb y Riss", contó El-Rhazoui en una columna publicada en Le Monde días después de la masacre en París.
Y en noviembre del 2013 escribió: "Yo, Zineb, nacida en Casablanca, donde me he criado, me reservo el derecho. En nombre de los 16 años de educación islámica obligatoria, desde Primaria al bachillerato, me reservo el derecho de criticar el islam como me venga en gana, sin que ningún(a) idiota útil de los barbudos me explique que yo estoy sufriendo un síndrome de odio a mí misma. Estos impostores de la diversidad deben en primer lugar comprender que criticar una idea no es lo mismo que insultar a quien la defiende. Sin este postulado de base, no se puede llevar a cabo ningún debate de opiniones."