Durante las últimas semanas, uno de los temas económico-políticos más importantes globalmente es el del plan económico del nuevo gobierno de Grecia. Desde que Alexis Tsipras, del grupo izquierdista Syriza, fue elegido primer ministro, ha recibido felicitaciones, pero sobre todo presiones de los poderosos europeos que le han exigido que se ciña al plan de la troika y amplíe el plazo del rescate financiero, que a decir del nuevo gobernante sólo ha sido perjudicial para los griegos.

El Eurogrupo le ha dado un ultimátum para llegar a un acuerdo económico, pero Grecia asegura que no claudicará en sus ideales y plan de gobierno, y por tanto no aceptará ampliar el programa de ajuste. 


Pero ¿qué es la troika? Aquí te lo recordamos. 

Está formada por el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea. Su tarea consiste en estudiar la situación económica de los países, para señalar qué medidas y reformas se deben llevar a cabo

El dinero prestado a los países no lo da la troika, pero ésta se encarga de determinar las condiciones de su devolución. Si cumplen las recomendaciones, que suelen ser recortes, cobran la ayuda. Si el país no obedece a la troika, pierde la financiación. Su accionar ha restado soberanía a los países rescatados (como Grecia), pues su política económica es dictada desde Bruselas. 

Los hombres de negro de la troika son tecnócratas profesionales. De su veredicto depende que la canciller alemana Angela Merkel afloje su ortodoxia frente a los planes de rescate. Tienen fama de incorruptibles. En los países 'rescatados' (además de Grecia, Portugal, Chipre, ente otros) son mal vistos por los ciudadanos, quienes les culpan de las políticas de ajuste de sus gobiernos.  

El programa de rescate actual de Grecia, 140,000 millones de euros, vence el 28 de febrero. El 1 de marzo, Grecia se queda fuera del rescate, lo que significa que no se hace el último desembolso por parte de los socios europeos, de 1,800 millones de euros, y que el BCE podría no seguir financiando a los bancos griegos. 

El Eurogrupo quiere evitar esta situación y propone extender el rescate para dar tiempo a negociar con el nuevo gobierno las reformas y ajustes a efectuar a cambio del último desembolso y las condiciones del tercer rescate (o línea de crédito) que Grecia necesitará cuando venza el actual. Si el gobierno griego renuncia al programa, dependería de los mercados para pagar sueldos y servicios públicos. Ahora los paga emitiendo 15,000 millones de euros en deuda a corto plazo. La mitad (7,500 millones) la compran sus bancos y el banco central y un 40% (6,000 millones) inversionistas extranjeros.