Uno de los cuadernos de visitas a los altos despachos del Ministerio Público, recuperados recientemente por la gestión del fiscal de la Nación Pablo Sánchez, sufrió una evidente alteración que quedó registrada en un acta: al cuaderno le habían arrancado cerca de 40 páginas. ¿Qué visitas incómodas y comprometedoras contenían esas hojas?
El jueves 22 de enero, días antes de que el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) notificara a las partes su decisión de ratificar la suspensión del fiscal de la Nación Carlos Ramos Heredia, personal de confianza de este magistrado trasladó 20 cuadernos de visita que estaban encarpetados en la Gerencia de Seguridad de la Fiscalía hasta la Secretaría de la Junta de Fiscales Supremos, que se ubica en el piso 8 del edificio del Ministerio Público, en la avenida Abancay.
Dicho traslado quedó registrado en un video que propaló dos semanas atrás el programa ‘Cuarto Poder’.
Los 20 cuadernos contienen los nombres de las personas que entre los años 2011 y 2014 llegaron en calidad de visitantes a los pisos 8 y 9 del Ministerio Público, los pisos donde se ubican la Oficina de Control Interno y de la Fiscalía de la Nación, respectivamente. Ambos despachos eran ocupados por Carlos Ramos Heredia en ese mismo período de tiempo.
Desde que un colaborador del exfiscal de la Nación José Peláez Bardales aseguró que Ramos había recibido en su despacho, en más de una ocasión, a Rodolfo Orellana Rengifo, los registros de visitas se convirtieron en una saludable obsesión para las autoridades que investigan las acciones del suspendido fiscal y del propio Orellana.
Ahora, Lamula.pe revela que uno de esos cuadernos ha sido alterado; específicamente, le han arrancado páginas. Decenas de páginas. Esta afirmación está acreditada por el acta que presentamos aquí, levantada el 30 de enero pasado, es decir, ocho días después de que los 20 cuadernos fueran trasladados al piso 8, por orden del propio Carlos Ramos Heredia.
LAS HOJAS FALTANTES
Desde el comienzo, Ramos negó haberse reunido con Rodolfo Orellana. Ahora se sabe que lo recibió en su despacho de Control Interno por lo menos en una oportunidad: el 10 de diciembre de 2013. ¿Es posible que esa visita no haya sido la única?.
El 30 de enero pasado, la fiscal adjunta provincial del Pool de Fiscales de Turno Permanente de la 48 Fiscalía Provincial Penal de Lima, Paola Lucila Paredes Marrufo, acudió a la oficina de la Gerencia Central de Seguridad de la Fiscalía –allí donde el 22 de enero fueron depositados los veinte cuadernos– y ordenó el deslacrado de los registros de visitas.
Cuando llegaron al séptimo sobre, sacaron de allí dos cuadernos; uno de ellos, de color celeste y tamaño A-4, contenía los arribos de los visitantes al piso 9 del edificio de la avenida Abancay entre el 17 y el 31 de mayo de 2012.
El cuaderno tenía una aparente numeración regular, desde la página “01 hasta la 139”. Pero la regularidad era solo aparente, porque la fiscal se dio cuenta de que faltaban allí cerca de 40 páginas.
“(Se deja) constancia que de folios 53 a fojas 90 no aparecen, al parecer han sido sustraídas (rotas)”, dice el acta levantada por la fiscal Paola Paredes y firmada también por el gerente central de la Oficina de Seguridad, Ytalo Cánepa Bailetti. Es decir, faltaban 38 páginas.
Ahora bien, hay que observar un detalle. Este cuaderno alterado tiene el registro de las visitas al noveno piso entre el 17 y el 31 de mayo del año 2012. En aquel tiempo, Ramos Heredia era todavía jefe de Control Interno, y José Peláez, fiscal de la Nación.
Es decir, Ramos despachaba en el piso 8 y Peláez en el número 9. Entonces, ¿qué visitas contenían las hojas arrancadas al cuaderno celeste del sétimo sobre lacrado? ¿Fueron visitas comprometedoras a Ramos? ¿A Peláez? ¿O a ambos?
Cualquiera que sea la respuesta, lo único cierto hasta ahora es que la alteración ocurrió entre el 22 de enero y el 30, en que los cuadernos fueron recuperados por la actual gestión de Pablo Sánchez.