Anoche, durante el velorio de don Máximo Damián Huamaní, artistas, paisanos ayacuchanos, intelectuales y ciudadanos le rindieron homenaje. Jóvenes y mayores se dieron cita para expresar su pesar a la familia y nuevamente rendir su afecto y admiración al violinista de Ishua. Entre cantos y bailes, el antropólogo puquiano Rodrigo Montoya tomó la palabra para hablar del legado de su amigo.
"Estamos despidiendo a Máximo Damián Huamaní, con tristeza y alegría cantando, bailando, acompañados de su violín en nuestros corazones. En el encuentro con su muerte le decimos gracias por lo que nos dejó como huellas firmes:
* Su lealtad y fidelidad para tocar el violín y cantar según la tradición de San Diego de Ishua, su pueblo en nuestra provincia de Lucanas, sin ninguna intención de estilizarla o modernizarla, como el mejor modo de defenderla.
* Su fuerza para no sentir rabia, no aprender a odiar, y soportar Lima con mucho humor.
* Su sencillez para ser siempre el mismo en toda circunstancia.
* Su ejemplo de ser un artista sin vanidad. ¿Conocen ustedes alguno? Existen, pero son muy pocos.
* Su amistad sin revés con las personas que se acercaron a él con el respeto debido. Un ejemplo es el cariño y complicidad que se tuvieron con José María Arguedas."
El sepelio será hoy en el cementerio El Ángel, el feretro saldrá al mediodía de la Sala Nasca del Ministerio de Cultura.
(Foto portada: Jesús Raymundo)