Hoy terminaron las primeras negociaciones en Ginebra entre delegados de 195 países con miras a la COP21 que se llevará a cabo en París a finales de año. Durante seis días revisaron el borrador de texto que se logró en la COP20 en Lima y se redactó el 'Texto de Ginebra, un documento de negociación que incluye los diferentes puntos de vista de los países sobre los temas de mitigación, adaptación, financiamiento, transferencia tecnológica y fortalecimiento de capacidades, y que servirá de base para el acuerdo de París.
“Los países son plenamente conscientes de las posiciones de cada uno y el trabajo se ha hecho de forma transparente, incluyendo las preocupaciones de todas las partes, lo que ha permitido generar un documento mucho más formal que cuenta con 86 páginas y que en los próximos meses será traducido a varios idiomas”, dijo hoy Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), en una conferencia de prensa.
“El documento es mayor, pero cuenta con todos los puntos de vista y, sobre todo, es asumido como propio por todas las partes”, respondió Figueres ante la inquietud de los periodistas por la amplitud del texto en comparación con el de Lima.
Señaló que el texto se ha elaborado tomando en cuenta los recientes informes científicos y que se ha puesto énfasis en la necesidad de informar sobre la naturaleza jurídica del documento, que deberá aclararse los próximos meses para que en París 2015 se logre llegar a un acuerdo mundial para aminorar los gases de efecto invernadero y que entrará en vigencia en el 2020.
"Estoy satisfecha porque el espíritu que se vivió en Lima durante la COP20 se trasladó a Ginebra, para darnos el luz hacia París"
“No existe ni un solo país que quiera quedarse fuera del acuerdo mundial, por eso, el siguiente paso es que los negociadores lleguen a un consenso sobre el contenido, para lo cual se continuará revisando el documento en junio; además, las reuniones a nivel ministerial durante todo el año incluirán el cambio climático en sus agendas de manera que los jefes de Estado puedan tener una visión transparente y coherente de la ambición para hacerle frente al cambio climático”, explicó la funcionaria.
"Tenemos hoy un texto que será la base de las negociaciones de los próximos meses hasta que lleguemos a París"
Para Figueres, los estados han hecho lo que se habían propuesto: definir y asumir un texto sobre el cual negociar, dado que el documento inicial era una propuesta de los copresidentes y no había sido aceptada por los países. Su optimismo es comprensible, ella es la cabeza de la ONU ante el cambio climático, y su principal deseo y objetivo es que la COP21 sea exitosa. Sin embargo, hay quienes si bien reconocen que se ha avanzado, el resto será complicado.
Un buen inicio, pero no será fácil
"Nos hemos puesto de acuerdo sobre un texto de negociación, es positivo porque es una base para avanzar, pero las negociaciones difíciles son las que están por venir, y nos falta tiempo", dijo Elina Bardram, jefa de la delegación de la Unión Europea (UE), que no está de acuerdo con que se haya llegado a 86 páginas y mucho menos que las negociaciones adicionales no hubieran comenzado ya en Ginebra.
Cabe indicar que la UE informará el 25 de febrero qué esfuerzos está dispuesta a hacer para combatir el cambio climático.
Por su parte, Laurence Tubiana, representante del gobierno francés, indicó que si bien es una base de trabajo, reconocida por todo el mundo, no debemos ser cándidos. "Aún no hemos entrado en las negociaciones difíciles", anotó .
¿Y con cuánto contribuyes tú?
Una preocupación que se ha manifestado entre funcionarios, negociadores y observadores tiene que ver con que aún falta algo crucial como que todos los países presenten sus compromisos nacionales o INDC por sus siglas en inglés (Intended Nationally Determined Contributions) que cada nación debe remitir a la ONU.
La idea es que las grandes economías los remitan antes de finales marzo, y las medianas y pequeñas lo hagan hasta el 1 de octubre. Un importante escollo –que ya habíamos visto en Lima– es que los países han sido incapaces hasta ahora de acordar qué información deben contener las contribuciones nacionales.
Se necesitan US$100,000 millones de ahora al 2020 para las medidas de adaptación y la lucha contra el calentamiento climático.
Los de arriba y los de abajo
¿Cómo repartir la carga de las reducciones de las emisiones entre los países del norte y los del sur, más vulnerables, menos preparados y muy necesitados de energía? ¿Qué papel desempeñan los grandes países emergentes, como China, Brasil o India?
París va a tomar el relevo del Protocolo de Kyoto, implicando por primera vez al conjunto de los países para reducir los gases de efecto invernadero.
Pero los países en desarrollo creen que no deben ser tratados como los países industrializados. Así, invocan su derecho al desarrollo y la "responsabilidad histórica" de los países ricos en el calentamiento. Por su parte, los países ricos alegan a su vez que los grandes países emergentes como China o India son cada vez más responsables de las emisiones mundiales.
El acuerdo de Ginebra no sorprende a los especialistas que han estado siguiendo estas negociaciones, pues desde diciembre –cuando finalizó la COP20 en Lima– estaba establecido que en febrero tenía que iniciarse el camino hacia París, tomando como base el documento de Lima. Lo que sigue no será tan sencillo, pues se tratará de acercar las diversas posiciones que tienen los países parte en torno a la lucha contra el cambio climático. La siguiente cita será en Bonn, del 3 al 14 de junio.