En el imaginario de los seres humanos, la Luna dejó de ser un escenario romántico, tal como lo habían configurado poetas y artistas durante siglos, cuando Neil Armstrong y compañía estamparon sus huellas en su polvosa superficie en 1969. 

Casi medio siglo después, y sobre todo de aquí a los próximos diez años, parece que nos tocará ser testigos de una experiencia similar (puesto que dejará de ser vista como un cuerpo celeste distante e inexpugnable): la colonización y consecuente explotación de recursos de la Luna por parte de los seres humanos. 

El gobierno estadounidense, a través de la Administración Federal de Aviación (AFA), la agencia federal que normaliza los lanzamientos espaciales de ese país, tendría la intención de fomentar la explotación comercial del satélite tras otorgar la aprobación preliminar a una misión de la empresa Bigelow Aerospace, según reveló Reuters.

En una carta de finales del año pasado no divulgada previamente a Bigelow Aerospace, y a la cual tuvo acceso Reuters, la AFA indicaba que tenía como objetivo: "aprovechar la autoridad existente de la AFA en la entrega de licencias para fomentar las inversiones del sector privado en los sistemas espaciales, garantizando que las actividades comerciales pueden llevarse a cabo en una base sin interferencias".

De acuerdo a lo pautado en ese documento, Bigelow, que pretende establecer uno de sus hábitats inflables en la Luna, tendría los derechos exclusivos del territorio donde se establezca, así como podrían aprovechar las demás áreas relacionadas para la minería, la exploración y otras actividades.

así serían las bases proyectadas por bigelow
(imagen: spacecoalition.com)

Esta compañía aeroespacial de Nevada ha invertido inicialmente unos US$ 12 mil millones con tal de colonizar la Luna con sus módulos habitables alrededor del año 2025. De lograrlo, accedería a las vetas vírgenes de platino, titanio y uranio que se hallan debajo de la superficie del satélite.

No obstante, hay una preocupación señalada en la carta de la AFA por el Departamento de Estado: "el marco normativo nacional, en su forma actual, no está preparado para que el gobierno de Estados Unidos cumpla con sus obligaciones", esto en clara referencia al tratado de 1967 de las Naciones Unidas, que, en parte, regula las actividades en la Luna. 

El Tratado del Espacio Exterior de las Naciones Unidas exige a los países autorizar y supervisar las actividades de las entidades no gubernamentales que operan en el espacio, incluida la Luna. Además, prohíbe la presencia de armas nucleares en el espacio, también las probables reclamaciones nacionales por los cuerpos celestes e indica que la exploración espacial y desarrollo deben beneficiar a todos los países. Los Estados Unidos han firmado y ratificado dicho tratado. 


(imagen de portada: nextbigfuture.com)