En abril de 2011 Gerson Falla (23), fue detenido por la policía y conducido a golpes a la Comisaría de San Borja, donde fue tratado con tal brutalidad, que sólo salió de allí para morir, un día después.  

La denuncia de la paliza la hicieron Gerson y sus familiares la noche en que Gerson fue liberado, dado de alta del hospital bajo presión policial y llevado a su casa, a su cama, desde donde habló con la prensa y señaló a sus agresores.

Desde esa noche, Marco Falla, padre de Gerson, y Natalia Marreros, su madre, han hecho todo lo que debían hacer. Reuniendo pruebas contundentes y sobreponiéndose al hostigamiento de los acusados, a patrañas contra Gerson y a las sospechosas "pérdidas" en los expedientes de su denuncia, lograron llevar a juicio a los policías responsables.

Ahora el sistema de justicia peruano podría hacer su parte y, en atención a los hechos probados (hay videos de fuera y dentro de la comisaría que registraron la brutalidad policial) debería condenar a los autores de la muerte de Gerson. Pero hay un riesgo.

cambio de "tortura" a "lesiones graves"

El Ministerio Público solicitó 15 años de pena privativa de la libertad - considerándolos autores directos- para Diopoldo Aguilar Camacho (reo en cárcel) y Wilfredo Huamán Alvarez (reo contumaz), y cinco años para Julio César Obeso Milla y Cristian David Sánchez, como cómplices del delito de tortura. 

Y aquí está el tema de preocupación de cara a la sentencia que debe dictarse mañana 4 de febrero: al final del juicio oral, los magistrados de la Sala Penal Nacional incorporaron al caso la figura penal de "lesiones graves", desvinculándose del tipo "tortura".

Según explica el abogado Juan José Quispe, del Instituto de Defensa Legal, entidad que tomó la representación del caso, "Una condena por lesiones graves es casi la mitad del delito de tortura (pena máxima de 10 años) y es susceptible del beneficio penitenciario conocido como "2 por 1" (se reduce un día de condena por cada dos días de trabajo o estudio)".

"De condenarse a los implicados por el delito de lesiones graves prácticamente sería un premio para los efectivos policiales", señala Quispe.

Otros acusados en el proceso son los policías Grover Henry Rojas Quispe (seis años, acusado de encubrimiento personal) y Pablo Esteban Oyola Castillo (seis años, acusado dede omisión de denuncia).

está probado

Fragmentos de los videos que prueban lo ocurrido aparecieron en diversos reportajes de televisión, en los que Marco Falla los fue presentando para garantizar que fueran conocidos por la opinión pública y no puedan ser negados por la defensa de los acusados. 

Se trata de 5 piezas de video obtenidas de las cámaras de videovigilancia del distrito. Lo que se puede observar ahí prueba el trato violento y degradante que recibió Gerson.

Videos 1 y 2. En la tolva de una camioneta de Serenazgo, el policía Diopoldo Aguilar golpea repetidas veces a Gerson con su vara, mientras los agentes Percy Valdeavellano y Alfredo Huamán lo sujetan. La camioneta transita por la avenida Las Artes (video 1) y en el cruce de las avenidas Javier Prado y San Luis (video 2) Video 3. Gerson Falla, conducido por los policías Aguilar, Valdeavellano y Huamán llegan a la puerta de la comisaría de San Borja. Video 4. El policía Huamán saca con violencia de la tolva a Gerson Falla, que no puede ponerse en pie. Entre cuatro policías lo llevan a rastras, de brazos y piernas, hacia adentro de la Comisaría. Ninguno de los policías que se encuentran en el hall de ingreso dan señales de interés o alarma ante la situación del joven. Video 5. Gerson Falla sale de la comisaría, sin oponer resistencia es subido a una camioneta de la policía. Está ensangrentado y no lleva camisa.

Estos registros, divulgados en julio de 2012, se añadieron a un video entregado por el policía Huamán en agosto de 2011, grabado desde su celular y que mostraba cómo los policías atacaron continuamente a Gerson, ejerciendo una violencia destinada a minarlo emocionalmente (ya que es claro que ésta no tiene por propósito controlarlo físicamente o prevenir, por ejemplo, su fuga) y no se detienen ante ninguno de sus pedidos de ayuda o piedad. 

Pese a que las imágenes son muy duras, y dolorosas para la familia, las reproducimos aquí dado que lo que se discute es la naturaleza de la violencia ejercida contra Gerson: tortura.

En marzo de 2012, este video "desapareció" del expediente del caso, evidenciándose así que los policías estaban recibiendo "ayuda" para salir bien librados.

Fue tortura

De acuerdo al abogado Juan José Quispe, los hechos que terminaron con la muerte de Gerson sí reúnen las condiciones para el tipo penal de tortura y no corresponde el tipo "lesiones graves".  

En Justicia Viva, Quispe enumera los elementos que sostienen su afirmación:

a) Los agentes perpetradores son miembros de la Policía Nacional del Perú (Comisaría de San Borja);

b) los efectivos policiales torturaron salvajemente a Gerson Falla (57 lesiones en todo su cuerpo), causándole graves dolores que anularon su personalidad con la finalidad de intimidarlo y coaccionarlo;

c) existen testigos y videos que acreditan que los efectivos policiales golpearon brutalmente a Gerson Falla durante su intervención en el trayecto a la Comisaría y dentro de las instalaciones de la Comisaría de San Borja;

d) Gerson Falla Marreros en su última entrevista señaló directamente a los efectivos de la Comisaría de San Borja como los causantes de los golpes en su cuerpo;

e) como consecuencia de los graves golpes infringidos contra el cuerpo de Gerson Falla, éste falleció posteriormente.

Si la denuncia por tortura se basa en hechos respaldados por videos y testimonios más que claros, y que han sido admitidos por los tribunales, ¿qué es lo que estaría dificultando una condena en esta línea?

resistencia policial

Respaldando que lo de Gerson se trató de tortura, se ha manifestado también el Equipo Peruano de Antropología Forense, que en un comunicado sobre el caso sostiene: "hemos participado como peritos de parte, apoyando a la familia Falla Marreros, y hemos demostrado fehacientemente durante el juicio que la muerte de Gerson Falla se debió a las torturas sufridas a manos de malos efectivos policiales". 

La inclusión del tipo "lesiones graves" al que han accedido en la Sala Penal es consistente con la estrategia legal de los acusados y sólo los beneficia a ellos. No tiene nada que ver con lo probado en este caso y es en realidad un dique que la policía nacional, como institución, intenta crear para evitar un antecedente de consecuencias impredecibles, dado lo común de las prácticas de extrema violencia contra detenidos en las comisarías y el componente político que conlleva el concepto de "tortura". Ya no se trata entonces únicamente del destino de los policías de San Borja, sino de si la policía peruana reconoce o no la recurrencia de estas prácticas en los centros de detención, y el severo problema de impunidad alrededor de ello.

"Lo más grave del asunto es que sería el segundo caso investigado y procesado por la justicia nacional [NdR: el primero es el del asesinato del ingeniero Wilhelm Calero] en donde, a pesar que los agentes perpetradores son miembros de la policía nacional, terminan recibiendo sentencias como si fueran delitos comunes y no como delitos de lesa humanidad, que es lo que corresponde", explica el abogado Quispe.

¿Cómo se llama eso? "Impunidad". Lo opuesto a "Justicia", lo contrario a lo que espera la familia de Gerson, aunque esta vez sea una versión limitada. Ya que cuando lo que está de por medio es una vida -la de Gerson- la justicia que restituye no es posible, al menos se les debe la justicia que condena, la que lleva a los culpables a la cárcel. Más de tres años después de batallar por Gerson, y de ayudar a crear conciencia sobre la grave situación de los detenidos comunes en las comisarías peruanas, es lo menos que se merecen.


[imagen de cabecera, los padres de gerson falla/ diario correo]