El mes que acaba nos ha dejado un vocabulario político singular, que seguiremos escuchando en los días que vienen, y que quizás definan el año que apenas empieza. Algunos términos son nuevos, otros son viejos pero regresan con nuevos bríos, todos son clave para entender dónde estamos y a dónde empezamos a ir. 

Pulpín. Ciudadano con DNI de fecha reciente, organizado en la defensa de derechos que el presidente, los ministros y los medios aseguran que no tiene, o que son solamente "de papel". Sería de esperar que "entre a la política", si no fuera porque eso es lo que ha estado haciendo desde el 18 de diciembre. 

pulpines

Zonas. La ciudad invisible desde arriba pero clarísima si vas a pie. O si te comunicas por twitter, Whatsapp y FB. Occupy Lima: arma la tuya, choche, y súmate a la rebelión. Como bonus, también sirven para la organización de tonos y polladas. 

zonas en acción

Reglaje. "Labores de inteligencia" tan eficaces que las descubre un policía que pasaba por ahí en su moto. Si eres fujimorista, una terrible práctica de Estado inventada en 2012. Si eres humalista/nadinista/anajarista, lo que hacía el fujimontesinismo pero ya no se hace más. Si eres Marisol Espinoza, se investigará hasta las últimas consecuencias (#OkNo). Si eres Correo Semanal, un par de fotos y un file con noticias de anteayer, cachineado por alguna facción (ver siguiente acápite).   

la reglaron. again.

Facciones. Ministros, sobre todo los que se creen presidenciables para el 2016. No existen, dicen los líderes de cada una de ellas todos los días en la televisión.

facciones: "si las hubiere, serán erradicadas"

Diálogo. Lo que todo(a) Premier peruano de los últimos tiempos ofrece a sus rivales políticos unos días antes de renunciar. O ser renunciado(a).

"convoco a la oposición a la mesa de diálogo"