La pobreza afectó durante el 2014 a 167 millones de personas en América Latina, el 28% de la población total, de los cuales 71 millones viven en situación de indigencia, según el informe Panorama Social de América Latina 2014 que divulgó hoy la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Si se tiene en cuenta que en el reporte del año pasado se informó de 164 millones de personas, la actual cifra mostraría que la reducción de la pobreza en la región se ha estancado, en un contexto de desaceleración económica.
El Perú destacó como uno de los países que más redujo su pobreza de 25.8% en el 2012 a 23.9% en el 2013.
“La recuperación de la crisis financiera internacional no parece haber sido aprovechada suficientemente para el fortalecimiento de políticas de protección social que disminuyan la vulnerabilidad frente a los ciclos económicos. Ahora, en un escenario de posible reducción de los recursos fiscales disponibles, se requieren mayores esfuerzos para apuntalar dichas políticas, generando bases sólidas con el fin de cumplir los compromisos de la agenda de desarrollo post-2015”, indicó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL.
Pese a la falta de progresos en el promedio regional, cinco de los 12 países con información disponible al 2013 registraron disminuciones de la pobreza por ingresos superiores a un punto porcentual por año. Los países que mostraron mayores descensos fueron Paraguay (de 49.6% en el 2011 a 40.7% en el 2013), seguido por El Salvador (45.3% en el 2012 a 40.9% en el 2013), Colombia (32.9% en el 2012 a 30.7% en el 2013), Perú (25.8% en el 2012 a 23.9% en el 2013) y Chile (10.9% en el 2011 a 7.8% en el 2013).
En el caso del Perú, la pobreza se redujo 1.9 puntos porcentuales en el mismo período, en tanto que la pobreza extrema disminuyó 1.3 puntos porcentuales (del 6% al 4.7%).
Además de analizar la pobreza por ingresos, esta edición presenta una medición complementaria de carácter multidimensional que abarca cinco ámbitos: la vivienda, los servicios básicos, la educación, el empleo y la protección social, y el estándar de vida (referido a los ingresos monetarios y la posesión de bienes duraderos). Se considera que una persona es pobre si tiene carencias en más de una de estas dimensiones.
De acuerdo con este índice, entre 2005 y 2012 la incidencia de la pobreza multidimensional se redujo, como promedio para 17 países de la región, de 39% a 28% de la población, cifras similares a las de la pobreza por ingresos. En todos los casos se registraron caídas en esta medición y los mayores descensos se produjeron en Argentina, Uruguay, Brasil, Chile y Venezuela.
Desigualdad
En cuanto a la desigualdad, se observa una mejora en los 15 países con información actualizada, con la única excepción de Costa Rica. Entre 2002 y 2013, en el conjunto de estos países el índice de Gini –referido a la distribución del ingreso, donde cero es la igualdad total- cayó aproximadamente 10%, de 0.542 a 0.486. En tanto, entre 2008 y 2013, la participación en los ingresos totales del 20% de los hogares más pobres aumentó de 5.2% a 5.6%, mientras que la del quintil más rico se redujo de 48.4% a 46.7%.
Al analizar la desigualdad de género en el mercado laboral, el informe revela que la eliminación de las diferencias en las tasas de actividad de hombres y mujeres conllevaría descensos en los niveles de pobreza (medida por el ingreso per cápita de los hogares) de hasta 12% en el caso de Nicaragua y El Salvador, así como en los de desigualdad (medida por el índice de Gini). Lo mismo ocurriría con la eliminación de las brechas de ingresos entre varones y mujeres, que en el caso de Bolivia permitiría disminuir la pobreza en 14%.
En materia de gasto social, la región hizo un esfuerzo significativo a partir de 2008 para enfrentar la crisis financiera internacional, pero en 2012 y 2013 se observó una desaceleración del crecimiento de éste, que responde principalmente al escaso dinamismo de la economía internacional y al impulso de la inversión en los sectores no sociales.
Si en 2008-2009 el gasto público social como porcentaje del PBI en América Latina se situó como promedio en 18.3%, en el siguiente bienio ascendió a 18.9% y en 2012-2013 alcanzó 19.1%, aunque continúan las grandes diferencias entre países.
Por otra parte, el estudio refleja notables avances en la cobertura educativa de los jóvenes latinoamericanos, pero indica que estos sufren mayores tasas de desempleo y menor protección social que los adultos.