Hoy, en el Teatro Español de Madrid, el escritor peruano presentó su más reciente e inédita obra de teatro, titulada Los cuentos de la peste, inspirada en el Decamerón de Giovanni Bocaccio. 

Este parentesco literario dio pie a que Mario Vargas Llosa hiciera una analogía entre la Florencia del siglo XIV y el mundo contemporáneo, donde la "peste" de hoy, antes que ser una enfermedad específica como la que en 1348 asoló Europa y acabó con la vida de más de 30 mil personas, es un fenómeno completamente distinto y aun más letal: el terrorismo.

"Hemos progresado pero este mundo, muy moderno por una parte y por otra muy precario, tiene una peste que es el terrorismo. El terrorista es el gran protagonista del siglo XXI por el temor y la preocupación que concita", señaló el premio Nobel de Literatura 2010.

Vargas Llosa, que en más de una ocasión ha sostenido la idea de que la literatura sirve como refugio frente a las miserias de la realidad, apuntó que la obra de Bocaccio lo deslumbró porque en ella diez jóvenes "escapan", gracias a la "fantasía y la imaginación" de sus relatos, de una ciudad rodeada por la peste bubónica. 

Al respectó, comentó: "La ficción nació para defendernos de la adversidad. Un pueblo cargado de ficciones es mas difícil de manipular. No seríamos tan críticos con el mundo si no fuéramos capaces de inventar otros mejores. Esa es la razón por la que todas las dictaduras han querido controlarla. Un pueblo impregnado de ficciones es muy díscolo", apostilló.

Con Los cuentos de la peste, que estará tan solo un mes en escena y no saldrá de gira, será la cuarta vez en la que el autor de 79 años participe como actor. Siempre acompañado por la actriz española Aitana Sánchez Gijón, Vargas Llosa ha protagonizado anteriormente La verdad de las mentiras, Odiseo y Penélope y Las mil noches y una noche.

El patio de butacas del Teatro Español ha sido adaptado para lucir como un "circo romano", de modo que el público sea parte de las ocho historias del Decamerón en su versión vargasllosiana. La obra estará dirigida por Joan Ollé. 

"Después de una vida soñando historias uno puede convertirse en actor de ella, vivir la ficción desde dentro, no solo inventarla. Es una experiencia que jamás tiene un escritor", subrayó el autor.