Las está viendo grises. Los colores del nacionalismo están muy lejos de aquel rojo revolucionario y esperanzador del 2006 y aquel blanquito light del 2011 con el que se metió a medio país al bolsillo ante la amenaza de un fresco naranja (entiéndase fresco por 'conchudo').

Desde que llegó a Palacio de Gobierno la 'administración Humala' va de drama en drama. Si no es la esposa que insiste en ponerse en primera fila, son los ministros que hacen de sus carteras su trampolín a la fama. Si no es la promulgación de leyes inútiles, es el ponerse de lado de los poderosos antes de quienes exigen el respeto de sus derechos. Si no es buscarle bronca al 'estado panzón', es encontrar la bronca al interior del mismo partido.

Pero el rating de las últimas entregas de 'La Gran Transformación Producciones' se ha disparado hasta el techo estas últimas semanas. Aquí solo cuatro de estas telenovelas por si andas al día.

La próxima víctima

Los cimientos de la credibilidad del Gobierno empiezan a hacerse cada vez más frágiles desde que en los últimos días se denunciara un supuesto reglaje contra políticos opositores. Sin embargo, el terremoto que podría traérsela abajo sería el haberse conocido que dichas prácticas se realizarían también ¡contra la propia vicepresidenta de la República! Es decir, ni en ellos mismos creen.

Como este matiz le daría al caso el nivel de escándalo, Humala no dudó en dar un mensaje a la Nación escoltado por la premier Ana Jara, todos sus ministros... y Daniel Urresti.

"Rechazo tajantemente que ello se haya producido. He dispuesto que el plan de inteligencia, en el que ha participado personal de la DINI, sea expuesto en detalle a la comisión de inteligencia del Congreso. Somos los principales interesados en aclarar estas denuncias", señaló, a la vez que anunciaba la orden de 'abrir las puertas' de la Dirección Nacional de Inteligencia para las investigaciones tanto del Congreso como del Ministerio Público.

Pero la principal afectada en esta historia tampoco podía quedarse callada y recurriendo a la herramienta política de moda abrió su Twitter y manifestó su indignación por estas 'prácticas delincuenciales'. 

fuertes declaraciones!

Sin embargo, aunque dice (diiice) que se resiste a creer que el Gobierno es quien está detrás del asunto, lo cierto es que la relación de Espinoza con la 'pareja presidencial' continúa enfriándose. Algo que se hizo evidente a mediados de 2014 cuando prácticamente la hicieron a un lado en sus aspiraciones a presidir el Congreso. Una novela (sí, otra) que culminó con renuncias (sí, más) a la bancada oficialista, que hasta esta semana continuaba bajo la amenaza de acercarse más al concepto de minoría con los rumores de nuevos alejamientos, los mismos que incluían -oh, casualidad-, el de la propia Marisol Espinoza.

¿Qué cosas no? Porque el escándalo habrá tocado su punto más alto con la denuncia en torno a la vicepresidenta, pero eso no quita (todo parece indicar) que se hace lo mismo desde hace meses con aquellos políticos opositores (hablamos de los buenos) e incluso líderes campesinos e indígenas que buscan defender sus recursos.

Urresti el del barrio

Él insiste en que lo que pasa es que no lo entienden. Que lo que provoca es celos porque la gente lo quiere, porque es el único que se atreve a decirles en su cara a los políticos lo que muchos piensan de ellos en este país. Dice que les fastidia que tenga ese estilo directo, criollón, uff-ya-no-ya. Pero lo cierto es que el ministro del Interior está más cerca de la farándula (entiéndase como sinónimo de política peruana) que sus labores al frente de uno de los despachos más importantes del Gabinete.

Porque una cosa es que quiera dárselas de frontal (que no es por presumir, pero en LaMula.pe llevamos años siéndolo con los corruptos y nos han felicitado mucho menos que a él), y otra muy distinta que en ese afán pretenda justificar sus malcriadeces. Y es que más allá de lo condenable que puede resultar la mala labor pública de un político, nadie tiene derecho a sentirse con la autoridad de juzgar delante de un micrófono su vida privada cuando no hay un delito de por medio.

Pero mírenlo si se pretende investigar los curiosos contratos de una de sus hijas con el Estado. Mírenlo si se le pregunta si tiene lógica que se le haya pagado a esta fuertes cantidades de dinero por un trabajo que a todas luces, no lo valía. Ahí sí, se indigna, se molesta, amenaza. "Saldremos perdiendo", dice.

Pasa, pasa.

Los de arriba y los de abajo

foto omar lucas

Aunque los de abajo ya hacen temblar a los de arriba, eh. Desde el Gobierno llevan casi dos meses insistiendo en defender una ley que ya es rechazada por la mayoría. Más allá de que la teoría del gobierno sea que a la ley se le ha hecho "mala fama", en realidad se trata de una cuestión de derechos. A menos que a Humala y compañía se les haya ocurrido una nueva definición para eso del derecho a un trabajo digno.

Y es que no ha sido solo una movilización. Han sido una, dos, tres y hasta cuatro marchas exigiendo la derogación de una norma a la que todos acusan de haber sido pensada para favorecer al empresariado antes que a los trabajadores (cosa que empeoró cuando Humala quiso 'explicarnos' la propuesta con la desastrosa fórmula de 'al menos vamos a darle alguito a los que no tienen nada')

A puertas de que el tema sea discutido en el Congreso, más por presión que por intención, se anuncia una quinta marcha que busca recordarle al Gobierno para qué está donde está. Una novela creada por ellos mismos en co-producción con la Confiep y los grupos de Poder que se resiste a llegar al capítulo final. 

Los choches

foto correo semanal

Desde que apareciera en escena Humala saltó hasta el techo. Que no tiene nada que ver, que a las justas trabajó con él en su campaña, pero que de sus presuntos delitos e investigación, no sabe nada. Sin embargo, las supuestas presiones por parte del Ejecutivo para solucionar su situación legal encendió las alarmas y lleva a suponer que quizá el hoy solicitante de asilo político en Bolivia sabe más de la cuenta.

Y el poco apoyo recibido por su exconocido y su esposa, habría provocado que don Martín Belaunde Lossio empiece a hablar. Porque ahora ha pasado de ser el prófugo "más buscado", a ser una pobre víctima  a la que le han 'arruinado la vida'. Que todos se han confabulado en su contra para perjudicarlo, mira tú.

Una novela que parece ser el Al Fondo Hay Sitio del nacionalismo, pero que mientras se decide si Bolivia acoge o no a su protagonista, llevara a los encargados de La Gran Transformación Producciones a encontrar otra historia que colocar mientras tanto en horario estelar. 

Pero si no, siempre tendremos a Danielle Alexander, ¡perdón! a Daniel Urresti para que nos suelte alguna brillante idea.



Entérate todo sobre estas producciones en los extras de este DVD que te trae LaMula.pe

Detrás de Cámaras de la Ley Pulpín

Detrás de cámaras de 'Urresti el del Barrio'

Detrás de cámaras de 'El amigo que perdí' (a) Martín Belunde