Un padre y su menor hijo, naturales de Deir ez Zor, (este de Siria) se encuentran ante una macabra imagen: dos hombres ensangrentados están atados a dos cruces. Un cartel explicada la razón de su terrible destino: "Esto le pasa a quienes pelean contra nosotros". Ese 'nosotros' es el Estado Islámico (EI).

Este hecho terrible es solo uno de los tantos que reporta un informe de las Organización de las Naciones Unidas sobre el accionar de este grupo fundamentalista en Siria.

Según el reporte de la ONU, basado en 300 entrevistadas realizadas a personas que viven o han vivido en Siria, la política de EI no solo consiste en una constante lucha armada, sino también en un maltrato tanto físico como psicológico contra las poblaciones que están bajos sus dominios. El panorama es desolador.

Para comenzar, todos los días, los sirios se topan "con hombres crucificados y cabezas sangrantes colocadas en estacas a lo largo de las barandillas de un parque". Adultos y niños deben verlos. 

Las mujeres no escapan a esta insania. EI  tiene específicas reglas sobre la forma de vestir, sobre la manera de socializar y el tipo de trabajo que pueden realizar. Quien no siga las instrucciones puede perder la vida.

Pero quienes llevan la peor parte son los niños. Ellos ya no pueden estudiar libremente ya que los fundametalistas han convertido las escuelas en centro de adoctrimamientos. En Raqqa, por ejemplo, los niños son obligados a ver videos, donde miembros del EI ejecutan prisioneros, como parte de un entrenamiento. 

Según el reporte de la ONU, la violencia del Estado Islámico es extrema e inhumana, pero no es azarosa, sino parte de una estrategia concertada: "Publicitando su brutalidad, el así llamado Estado Islámico comunica su autoridad sobre las áreas que controla, muestra su poderío a potenciales reclutas y mantiene a raya a cualquier individuo o grupo que desafía su ideología", dice el reporte.

Al mismo tiempo, EI combina la violencia con la provisión de servicios sociales: ofrece alimentos, electricidad y un sistema de justicia para la resolución de disputas, lo cual contribuye, junto al miedo, a generar lealtad entre sectores de la población.

[Con información de Vox]