No han transcurrido ni dos semanas, y el 2015 ya nos ha dejado ver a una Municipalidad Metropolitana de Lima que desdeña sin pudor alguno las más variadas manifestaciones culturales, muchas veces sin importar su origen o su relevancia, y muchas veces más sin preocuparse por entender o prestar atención a los objetivos que persiguen.

Y es que la gestión entrante, la de Luis Castañeda Lossio, ha decidido clausurar varios de los espacios y proyectos culturales que se hallaban bajo la administración de la institución edil durante la gestión de su antecesora, Susana Villarán. ¿Es posible comprender estas acciones? ¿Se trata tan solo de una revancha política? ¿Cómo se está concibiendo a la cultura desde la gestión de Castañeda? 

La revisión de lo acontecido en este par de semanas servirá para demostrar que en la Lima-versión-Castañeda la cultura no solo es vista como algo exclusivo de un determinado sector socioeconómico ("eso es para caviares"), sino también como un conjunto de actividades improductivas y, por lo tanto, deleznables.


El fin de la "primavera cultural" de Lima

Apenas tomó el mando, el alcalde Castañeda Lossio se deshizo de la noche a la mañana —literalmente hablando— de 3000 trabajadores municipales. Entre los argumentos utilizados para justificar esta decisión, se dijo que la Municipalidad estaba en quiebra y que había un excedente de trabajadores (esto ha sido desmentido posteriormente por los integrantes de la gestión de Susana Villarán). 

Obviamente, dentro de ese grupo se encontraba todo el personal a cargo de la Gerencia de Cultura, uno de los principales legados de la gestión anterior. 

La consecuencia de esta decisión fue la paralización inmediata de todos los servicios culturales que la Municipalidad venía ofreciendo. No solo se optó por cerrar —arguyendo una necesaria tarea de recuperación y rescate— el Teatro Municipal y el Museo Metropolitano, también se clausuró la Escuela Taller de Lima, así como se dio el anuncio de la próxima eliminación de las webs limacultura.pe y teatromunicipal.pe, por mencionar los casos con mayor resonancia.


El Teatro Municipal 

Resulta paradójico, pero igual de significativo, que Castañeda haya escogido al Teatro Municipal como escenario de su triunfal retorno. Y es que el Teatro, con toda su relevancia histórica, es reducido a mero estrado desde donde Castañeda ostenta públicamente su poder, otra vez. 

castañeda regresó a lima, y lo acompañaron el presidente de la república y el cardenal (?) de lima
(flickr presidencia perú)

Poco antes de que terminara el 2014, se anunció la creación y puesta en marcha del Centro de Documentación del Teatro Municipal. Ahora, sin embargo, este servicio ha quedado en suspenso mientras permanece fuera del alcance del público.


El Museo Metropolitano 

El cierre "temporal" del Museo (no se ha dado a conocer la probable fecha de su reapertura) ha provocado la suspensión de la exposición internacional "¡Ejemplos a seguir!", además de impedir que los ciudadanos accedan a la Biblioteca instalada en su interior, a la Pinacoteca Municipal Ignacio Merino y al resto de salas, entre ellas una destinada al fomento de la lectura en los niños. 

"plantón móvil", una de las actividades realizadas en el marco de la exposición "¡ejemplos a seguir!"
(foto: Goethe-Institut Lima)

Precisamente, el programa "Pequeños Lectores", que tenía previsto iniciar un nuevo periodo este 7 de enero, quedó también anulado. Todos estos servicios —valga subrayarlo— eran completamente libres y gratuitos. ¿Por qué, entonces, privar de ellos a los limeños?

siquiera por el mes de enero iba a continuar este programa. sin embargo, fue cerrado de improviso.

No hay que dejar de mencionar que en estos días, a través de las redes sociales, se difundió un video muy particular. En él aparece una de las extrabajadoras de la ahora inactiva Gerencia de Cultura dirigiéndose a los pasajeros de una unidad de transporte público. Josefina Jiménez —el nombre de esa trabajadora— les habla a los pasajeros de los proyectos culturales que, tras la salida de Villarán de la alcaldía, tendrían un destino incierto. Aquí puede verse el video. 

captura del video de josefina jiménez

La nueva gestión, por su parte, ha lanzado el proyecto "Vacaciones útiles para toda la familia". El que, según se puede observar en el siguiente video, da mayor énfasis a la actividad física, lo cual no está nada mal, pero ¿por qué restringir las opciones de la ciudadanía a solo esto? ¿Acaso la Municipalidad-versión-Castañeda pretende implantar la idea entre los niños y adolescentes de la ciudad de que aprendizaje y diversión son materias opuestas?

Además, si se observa el discurso utilizado por parte de la Gerencia de Educación y Deportes, a través de su cuenta oficial en Facebook, para promover estas actividades, se notará de inmediato que la oferta educativa se compone de talleres: "Ecociencia, socorristas para aplicar primeros auxilios, seguridad vial, Recréate Más y Lima Lee Más".

Es así que, en menos de un mes, la lectura pasó de ser un eje educativo fundamental a un mero taller, válido, hasta lo que se puede ver, únicamente por vacaciones. Esperemos que no.

Y, por último, en el proceso de reestructuración del Museo se ha anunciado la participación del cineasta Lucho Llosa, de quien no se conoce especialización alguna en museografía. 

Parece que se volverá a la idea con la cual había sido concebido este espacio: una donde el espectador quedaba deslumbrado por las imágenes en 3D y los efectos especiales (con hologramas y simulación de temblores), pero que no tenía oportunidad de descubrir más sobre su identidad histórica desde las más distintas perspectivas (yendo desde la historia de los primeros pobladores del valle, pasando por las migraciones internas, y llegando a fenómenos masivos como el Rock peruano o la Fotonovela).


La Escuela Taller de Lima

El caso de la Escuela Taller de Lima también resulta dramático. ¿Por qué cerrarla? Sobre todo, cuando esta es una iniciativa que recibe financiamiento de la Cooperación Española. Y, siendo sinceros, por el tipo de actividad desarrollada aquí (enseñanza de oficios tradicionales y de técnicas de restauración del patrimonio), no resultaría un gran canal publicitario de la gestión. ¿O es precisamente por ello? 

Otra interpretación del cierre de la Escuela Taller es que para Castañeda la puesta en valor del patrimonio no se trata de una actividad importante. ¿Creerá que cualquiera podrá llevar a cabo estas tareas? Que haya convocado a un director de cine para que "reorganice" un museo no es un buen precedente.


Esperamos, por el bien de la ciudad y sus habitantes, que Castañeda y su equipo se convenzan de que la cultura es la columna vertebral de cualquier proceso que pretenda generar un impacto positivo en los ciudadanos.


(foto de portada: Patricia Delgado)

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