Nuevamente los estremeció. Sacerdotes, cardenales, feligreses y demás miembros de la iglesia católica quedaron sorprendidos con el nuevo discurso del Papa Francisco, quien aprovechó ayer el tradicional encuentro en la sala Clementina para felicitar por Navidad a los miembros de la Curia romana, que gestionan el gobierno de la iglesia y les advirtió de los males que deben evitar.

"Una Curia que no hace autocrítica y no se actualiza y no intenta mejorar es un cuerpo enfermo", señaló e invitó a los presentes a visitar los cementerios para ver los nombres de tantas personas "que se creían inmortales, inmunes e indispensables". Para Francisco, "esto deriva de la patología del poder, del complejo de sentirse un elegido y del narcisismo".

"Sería bonito pensar que la Curia romana es un pequeño modelo de Iglesia [...] un miembro de la Curia que no se alimenta cotidianamente con el alimento (de Dios) se convierte en un burócrata", dijo y a continuación enumeró las 15 enfermedades de la iglesia católica.

1. Sentirse inmortal o indispensable

"Una Curia que no hace autocrítica y no se actualiza y no intenta mejorar es un cuerpo enfermo".

2. Excesivo trabajo

Aquellos que están inmersos en el trabajo, dejando de lado, inevitablemente, ‘la mejor parte’: sentarse a los pies de Jesús. Por eso, Jesús invitó a sus discípulos a ‘descansar’ porque descuidar el necesario reposo conduce al estrés y la agitación.  

3. Endurecimiento mental y espiritual

Según Francisco, es el que "impide llorar con los que lloran y alegrarse con los que se alegran". Es la de los que pierden la serenidad interior, la vivacidad y la audacia y se esconden bajo los papeles convirtiéndose en ‘máquinas de trabajo’ y no en hombres de Dios.

4. Excesiva planificación

"Se cae en esta enfermedad porque siempre es más fácil y cómodo quedarse en la propia posición estática e inmutable".

5. La enfermedad de la mala colaboración

"Sucede cuando los miembros pierden la comunión entre sí y el cuerpo pierde la funcionalidad armoniosa y la templanza convirtiéndose en una orquesta que hace ruido porque sus miembros no cooperan y no viven el espíritu de comunión y equipo''.

6. Alzheimer espiritual

Para el Papa, lo padece "quien ha perdido la memoria de su encuentro con el Señor y depende sólo de sus propias pasiones, caprichos y manías y construye a su alrededor muros y costumbres".

7. La rivalidad y la vanagloria

Cuando la apariencia y el color de los vestidos y las insignias de honor se convierten en el objetivo primario de la vida.

8. La esquizofrenia existencial

Está presente en los que viven "una doble vida fruto de la hipocresía típica del mediocre" y afecta a aquellos que "han abandonado el servicio pastoral sólo para hacer los asuntos burocrático".

9. Las habladurías y los cotilleos

"Es una enfermedad grave que comienza con facilidad, tal vez sólo para charlar, pero que se apodera de la persona convirtiéndola en ‘sembradora de cizaña’ (como Satanás), y en muchos casos en ‘asesino a sangre fría’ de la fama de sus colegas y hermanos. Es la enfermedad de las personas cobardes que por no tener valor de hablar a la cara, hablan a las espaldas''.

10.  Divinizar a los jefes

"Es la enfermedad de los que cortejan a los superiores, con la esperanza de conseguir su benevolencia. Son víctimas del arribismo y del oportunismo, honran a las personas y no a Dios. Son personas que viven el servicio pensando sólo en lo que tienen que conseguir y no en lo que tienen que dar. Personas mezquinas, infelices e inspiradas sólo por su egoísmo fatal''.

11. La indiferencia hacia los demás

"Es cuando todo el mundo piensa sólo en sí mismo y pierde la sinceridad y la calidez de las relaciones humanas. Cuando los más expertos no ponen sus conocimientos al servicio de los colegas con menos experiencia. Cuando, por celos se siente alegría al ver que otros caen en lugar de levantarlos y animarlos”.

12. La enfermedad de la "cara fúnebre"

Francisco remarcó que el religioso "debe ser una persona amable, serena y entusiasta y alegre que transmite alegría".  

13. Acumular bienes materiales

"Cuando el apóstol busca llenar un vacío existencial en su corazón acumulando bienes materiales, no por necesidad, sino simplemente para sentirse seguro. La acumulación solamente pesa y ralentiza el camino inexorablemente”.

14. Pertenecer a círculos cerrados

"Cuando la pertenencia al grupo se vuelve más fuerte que la del cuerpo y, en algunas situaciones que la de Cristo mismo. También esta enfermedad comienza siempre con buenas intenciones, pero con el paso del tiempo esclaviza a los miembros convirtiéndose en ‘un cáncer’ que amenaza la armonía del cuerpo y puede causar tanto daño –escándalos– especialmente a nuestros hermanos más pequeños”.

15. La enfermedad de "mundanidad y el exhibicionismo"

"Cuando el apóstol transforma su servicio en poder, y su poder en mercancía para conseguir beneficios mundanos o más poderes. Es la enfermedad de la gente que busca insaciablemente multiplicar su poder y para ello son capaces de calumniar, difamar y desacreditar a los demás, incluso en periódicos y revistas. Naturalmente para lucirse y demostrarse más capaces que los otros”.

“Hermanos, tales enfermedades y tentaciones son naturalmente un peligro para cada cristiano y cada curia, comunidad, congregación, parroquia, movimiento eclesial, y pueden golpear a nivel individual y comunitario”, dijo.

El papa Francisco también recordó que un día leyó que "los sacerdotes son como los aviones que son noticia sólo cuando se caen". Entonces subrayó que, sin embargo, "hay muchos que vuelan", pero que "muchos critican, pero pocos rezan por ellos".

"Cuánto mal puede causar un solo sacerdote que cae a todo el cuerpo de la Iglesia", advirtió y finalizó pidiendo perdón: "No quiero concluir este encuentro sin pedirles perdón por mis errores y los de mis colaboradores y también por algunos escándalos que han hecho tanto daño. ¡Perdón!".