Hoy LaMula ha publicado una entrevista con el poeta y linguista Mario Montalbetti, en ocasión de haberse publicado sus dos más recientes libros, Cualquier hombre es una isla. Ensayos y pretextos (ensayo)  y Vietnam (poesía). Como parte de la conversación, Montalbetti nos alcanza estas reflexiones, que responden a preguntas no formuladas, o formuladas por él mismo. Siempre lúcido, siempre agudo y siempre interesante, Montalbetti es uno de los escritores peruanos más significativos del momento, y sus meditadas palabras tienen un peso singular. Esto es lo que nos dice. 


1. Sí, el título es un giro del verso de Donne. Prefiero pensar que somos islas y no parte de un continente. Islas rodeadas de aguas, aguas a veces navegables, muchas veces no. Son las aguas las que nos comunican, a veces. Nos ponen en relación. Pero también las que nos aíslan. Prefiero pensar que no somos parte de una masa que nos contiene. ¿Son esas aguas el lenguaje? Puede ser.

2. Porque si le hubiera puesto “Todo hombre es una isla” aludiría a una colección (a la de todos los hombres) y prefiero aludir a hombres individuales y decir de cualquiera de ellos que es una isla. Cuando digo que prefiero pensar que los seres humanos somos islas creo que es porque los seres humanos cuando están solos son menos peligrosos. Me siento muy distante de la idea de iglesia, de ejército, de país, de banda, de club social, etc.

3. El libro no contiene, no creo que contenga (al menos, espero que no contenga) nada de psicología. Es antipsicologista. No me gustan la soluciones psicológicas porque terminan siendo deus ex machinas y entonces nunca son muy interesantes.

4. No sé si hay un tema que hilvana todos los textos. Los textos también son islas, también están rodeados de aguas que, simultáneamente, los ponen en relación y los aíslan. Es posible que haya un motivo recurrente, y sería éste: mi desagrado por el poder en cualquiera de sus formas, político, económico, lingüístico, religioso, social,…

5. Es que creo que el lenguaje es nuestra única defensa. En eso los textos tienen una deuda muy grande con Lacan y Derrida. El lenguaje nos permite estructurar y des-estructurar, armar y desarmar. Ese movimiento constante de elaborar sentido y sin-sentido trata de ser un trabajo constante en los textos. En un momento se arma algo que parece un significado y en el siguiente se lo desmonta.

6. Mi posición en relación a la imagen es ambivalente por la misma razón que mi posición en relación a la palabra es ambivalente. Sí, hay imágenes interesantes, seductoras, intrigantes así como hay palabras que también lo son. Imágenes y palabras son muy similares. Pero a mi me interesan los lenguajes más que las palabras o las imágenes. Si no entendemos de qué lenguaje son parte las palabras/imágenes, éstas se vuelven balbuceos banales, muecas.

7. Creo haberlo respondido ya: Lacan y Derrida. De aquellos a quienes he leído y estudiado son los dos que tienen las ideas más interesantes y con las que he podido hacer algo. Las ideas de Chomsky son muy interesantes también pero no he logrado hacer gran cosa con ellas salvo enseñarlas.

8. No, no soy pesimista. El pesimista no ofrece nada muy interesante; y el optimista es un pesimista vegetariano. Tampoco soy realista.

9. Pero si uno se fija bien, lo de Platón no son diálogos sino monólogos adornados con intervenciones de otros. La verdad no emerge dialógicamente en ninguno de ellos. Sócrates tiene un rollo que va a decir y lo dice. Sus interlocutores no contribuyen en nada sustancial. Parecen actores pagados para que pregunten ciertas cosas que le permitirán a Sócrates decir lo suyo. Y me parece que está bien que haya sido así. Prefiero dos buenos monólogos a un buen diálogo.

10. En mis textos no dialogo con nadie. (Tal vez con Dios, pero Dios es muy intempestivo. Le debemos a Morante haber descubierto que Dios es lento. Ése es un hallazgo importante. Lentitud e invisibilidad son las dos virtudes que estoy dispuesto a concederle.)

10a. El Morante de la respuesta anterior es José Antonio Morante (“Morante de la Puebla”), un genial torero sevillano.

10b. Sí, me gustan los toros. Puedes tomarlo de varias maneras. Por ejemplo, hay una forma muy edificante de ver toros. El espectáculo trata de la muerte del animal; ése es el fin de la fiesta. El torero engaña al toro con una serie de suertes y lo prepara para matarlo. Lo mata cuando el toro ya no sirve para el espectáculo. Ahora bien, ¿no es ésa una metáfora exacta del capitalismo? En lugar de un trapo rojo imagina un billete verde. Nosotros embestimos una y otra vez (es decir, consumimos) y cuando ya no tenemos nada más se nos excluye del sistema. Todo el mundo debería aprender la lección taurina.

11. No, no están todos los textos que he escrito. Los de arquitectura, por ejemplo, no están. Tienen otro tono y menos enfado: son mucho más académicos. También hay algunos textos que repiten ciertos temas y que o bien han quedado fuera o bien han sido apropiadamente editados. Y hay varias notas pequeñas, reseñas, que también han quedado excluidas.

12. Los lenguajes son constelaciones que giran alrededor de nada, estructuras sincéntricas; o estructuras que giran alrededor de sí mismas. Eso permite que el lenguaje sirva tanto para producir sentido como para no hacerlo, para referir como para no referir, para comunicarnos como para no comunicarnos. La versión de que el lenguaje debe ser de determinada manera (por ejemplo, que el lenguaje debe estar al servicio de comunicar información o que debe hablar solamente de cierta manera para la que tenemos diseñadas condiciones de verdad) me parece demasiado estrecha y convenida.

13. En efecto, esa concepción del lenguaje como constelación que gira alrededor de nada tiene el peligro del “todo vale” postmoderno y de su brazo armado que es lo multi-pluri-inter-disciplinario, el peligro del bricolaje desmedido. Pero es un riesgo que corremos constantemente. A menos que, como piensa Meillassoux, la radical contingencia del lenguaje y del mundo apuntan a una cierta noción de necesidad y entonces habría un centro después de todo. Pero ésa es una elaboración todavía muy incipiente.

14. Las cuevas de Lascaux fueron cerradas al público en 1963 con el propósito manifiesto de protegerlas del público. Construyeron entonces una réplica a poca distancia y es ante esa réplica que la gente hace cola para admirar el simulacro de pinturas rupestres montado en su interior. Con la democracia ocurrió algo muy parecido. Hace mucho tiempo fue cerrada con el propósito manifiesto de que el público no la dañara. A poca distancia construyeron una réplica; pusieron mesas de votación y unas ánforas y ahora la gente hace cola ante ellas para admirar el bello simulacro del ejercicio democrático.

Ésa es la razón por la que no he votado o he viciado mi voto en las últimas elecciones.

15. Sí, el subtítulo es ensayos y pretextos. Lo de ensayos es más o menos literal. Lo de pretextos es porque si bien hablo de una serie de productos simbólicos (un cuadro de Laso, un poema de Vallejo, fotos de Fernando La Rosa, etc.) lo hago para poder decir algo sobre otra cosa. Mi interés central no está en las obras mismas sino en lo que se puede decir a partir de ellas si las tomamos como puntos de partida, es decir, como pretextos. No soy un crítico literario ni un crítico de arte.

16. Lingüística y poesía son dos formas de hacer algo con el lenguaje. A veces son formas de hacer muy diferentes, a veces se confunden. Cuando escribí mi libro sobre el sentido (Cajas) la forma lingüística y la forma del poema se enrevezaban entre sí. En Cualquier hombre es una isla estoy haciendo lingüística. Es un libro de lingüística, aunque sea lingüística hecha por otros medios.

17. Lo que sigue son dos cosas: un libro sobre Saussure y el periplo estructuralista que examina la idea que he mencionado del lenguaje como una constelación que gira alrededor de nada (o de sí misma); y un ensayo de teología lingüística sobre la idea del temor de Dios.

18. Que son inútiles, eso es lo que pienso de mis textos en un sentido más bien estricto: que no son de utilidad para otros, que lo que pienso no le interesa al resto. Lo digo en serio. Pensar no está bien visto entre nosotros. Y entonces tengo un problema conmigo mismo y es el de evaluar por qué los publico. No lo sé. Tal vez sea la idea de que aunque no son de utilidad son el testimonio para conmigo mismo de que he hecho algo.

19. Lo único que me resarce como, iba a decir como “ser humano” pero prefiero dejarlo de la siguiente manera: lo único que me resarce es haber escrito. No soy un humanista. Dejé de serlo cuando me di cuenta de que la represión, la dominación, la violencia, y sobre todo la estupidez, son atributos profundamente humanos. Prefiero rescatar lo que tenemos de inhumano, lo que a veces aparece en ciertos objetos que denominamos obras de arte.

20. Sin duda Cristiano Ronaldo. Chesterton decía que el loco no era aquél que había perdido la razón sino aquél que había perdido todo excepto la razón. Messi ha perdido todo excepto el fútbol. No hay ideas extra-futbolísticas en él, como sí las hay en Maradona, Cruyff, Riquelme o César Cueto.


Mario Montalbetti, diciembre 2014.


Imagen de portada: [Las tres razas o La igualdad ante la ley de Francisco Laso, ca. 1859 - MALI, Museo de Arte de Lima]


Notas relacionadas en LaMula.pe:

"El lenguaje también sirve para no comunicarnos, para no dialogar, para no hacer sentido"

Mario Montalbetti: escribir contra el lenguaje

Entrevista a Mario Montalbetti