La impresión que dejó la presentación de Daniel Figallo en el Congreso es que el intento por censurarlo se habría debilitado. Pero la oposición insistirá y desde el lunes irá por la cabeza del ministro de Justicia, aunque para ello tenga que mejorar su performance. ¿Tiene posibilidades? 

Con algunas excepciones, casi ningún congresista de la oposición pudo poner en aprietos el jueves a Daniel Figallo. La razón es que se ocuparon de cualquier tema menos de centrar el debate en las implicancias de las reuniones del ministro de Justicia con procuradores, fiscales y un consejero presidencial con el presumible propósito de indagar por la situación del exfinancista del presidente Ollanta Humala, Martín Belaunde Lossio, hoy prófugo de la justicia.

La performance más pobre fue la del fujimorismo. Kenji Fujimori le recordó a Figallo su negativa de indultar a su padre, poniéndose él mismo en evidencia con respecto a sus motivaciones revanchistas; Héctor Becerril dijo, por su parte, que el ministro había actuado como abogado de la pareja presidencial (algo que no puede colegirse de las revelaciones recientes); y Juan Díaz Dios vinculó al actual procurador titular, Joel Segura, con el caso Madre Mía (algo que no tiene mayor conexión con el tema en debate). Hubo eso, y nada más.

En el APRA, Mauricio Mulder planteó la tesis de que el consejero presidencial Eduardo Roy Gates buscó a Daniel Figallo en mayo por encargo del presidente Ollanta Humala, pero su punto de vista no fue plenamente compartido por Javier Velásquez Quesquén. Este parlamentario más bien señaló que recién este fin de semana tomará una decisión sobre cómo votar en una eventual censura.

Si el lunes la presidenta del Congreso, Ana María Solórzano, pone pronta fecha para la censura, la oposición debería ir mejor apertrechada para no repetir la escaramuza anterior.

Ello implica que, por lo menos, lean la transcripción de los dos audios de las conversaciones entre Figallo y la exprocuradora Yeni Vilcatoma, el de la llamada telefónica del 25 de noviembre y el de la reunión del 1 de diciembre.

El oficialismo seguirá en la misma línea: arremeter contra Yeni Vilcatoma, defender las reuniones del ministro amparadas por en sus facultades legales, y señalar que los audios han sido “editados”.

En cuanto al ministro, ¿le ha dejado ningún resquicio a la oposición o ya no le quedan flancos por cubrir? Un repaso de su saludada defensa técnica podría ofrecer algunos indicios.

yeni vilcatoma, daniel figallo

LA REUNIÓN CON ROY GATES Y VILCATOMA

Esta reunión ocurrió el 15 de mayo pasado en el despacho ministerial, donde, además de Figallo, estuvieron presentes Eduardo Roy y los procuradores adjuntos Joel Segura y Yeni Vilcatoma. Según sostuvo el ministro, “no hubo nada irregular”.

Su argumento es que, primero,  como presidente del Consejo de Defensa Jurídica del Estado, Figallo es el superior jerárquico de los procuradores y así lo reglamenta el Decreto Legislativo 1068, que ordena en su artículo 24.2 que los procuradores están obligados a remitir al ministro toda la información que el mismo requiera.

“Es jurídicamente obligatorio y necesario que coordine directamente con los procuradores lo cual es distinto a involucrarse en el desarrollo procesal de los casos a cargo de los procuradores”, dijo Figallo en el Congreso.

El Ministro afirmó además que la presencia del consejero Roy Gates no fue de modo alguno “irregular”, pues su participación obedeció a la preocupación del gobierno por el caso Áncash, y a que cuatro días después, el 19 de mayo, se debía realizar en dicha región la sesión del Consejo de Estado que presidió el presidente Ollanta Humala.

No obstante a ello, cabe preguntar: ¿el consejero Roy forma parte del Consejo de Defensa Jurídica del Estado? Y si no fuera así, ¿puede hacerlo en representación del presidente de la República?

eduardo roy gates

LA REUNIÓN CON LOS FISCALES

Esta ocurrió el 17 de julio, y como es sabido, los fiscales superiores Rosario López Wong y Gustavo Quiroz, y el fiscal provincial del caso La Centralita, Marco Huamán, arribaron al despacho de Figallo para tratar el problema en torno al colaborador eficaz No 001-2014 del caso La Centralita. Tampoco fue irregular, según el ministro.

Figallo dijo que una función específica de su portafolio es mantener “relaciones de cooperación y coordinación con los órganos de gobierno del Poder Judicial, Ministerio Público, tribunal Constitucional, Consejo Nacional de la Magistratura y Academia Nacional de la Magistratura; así como con las demás entidades y organizaciones vinculadas al sistema de administración de justicia”.

Sin embargo, cabe preguntar: ¿es el fiscal Huamán parte de alguno de los órganos de gobierno de la Fiscalía, o representa a alguna de sus autoridades?

El ministro también se refirió al artículo 7° de la Ley Orgánica del Ministerio Público, que indica que el Ministerio de Justicia puede “formular exhortaciones a los fiscales en relación con el ejercicio de sus atribuciones”. Pero, ¿dicha reunión tuvo ese carácter? Y si lo hubiera tenido, ¿las exhortaciones necesariamente debieron hacerse en el despacho ministerial?

LA LLAMADA A VILCATOMA

Figallo presentó un video que contenía sus declaraciones del 25 de noviembre, las mismas que fueron asumidas como una enmienda a lo que esa misma mañana había afirmado el entonces procurador Christian Salas, quien había descartado que Belaunde Lossio pudiera acogerse a la colaboración eficaz.

Ciertamente, en el video propalado no se escucha ninguna corrección pública respecto de lo que había expresado Salas.

Ese día por la tarde Figallo llamó por teléfono a Vilcatoma. “En los fragmentos de audios que se han hecho públicos, se advierte que en ningún momento me pronuncio sobre una supuesta procedencia de la colaboración eficaz de Belaunde Lossio. La conversación giró en torno a conocer con mucho mayor detalle el procedimiento a seguir en los casos de colaboración eficaz”, dijo el ministro.

Como ha subrayado Poder-Lamula.pe desde que publicó los audios, en efecto, no hay registro de presión alguna hacia la procuradora Vilcatoma. Aunque sí un interés por la figura de la colaboración eficaz por parte del Ministro.

Y, como se recuerda, en el audio de la llamada telefónica se le escucha a Figallo decir: “Entonces, en términos concretos, si se produce una solicitud [de colaboración eficaz] se realiza el encuentro (…) y en ese escenario, independientemente de las hipótesis preliminares o los asuntos que pudieran haber dicho otro u otro, puede ocurrir que el fiscal proponga esas situaciones de la colaboración eficaz y su calificación al juez”.

Figallo y los congresistas oficialistas han dicho que los audios están editados, sugiriendo, al parecer, que habrían sido recortados deliberadamente, y han demandado que sean emitidos en su integridad. Sería interesante que Gana Perú pueda emitirlos o colgarlos en su totalidad. 

DE NUEVO, LA OPOSICIÓN

En términos jurídicos el ministro Figallo parece estar suficientemente premunido de las normas necesarias. Por eso, la pregunta es cómo arremeterá ahora contra él la oposición.

Si el fujimorismo insiste en tomar la censura como un asunto de revancha reeditará lo que hizo –o dejó de hacer– el jueves.

Otros parlamentarios, como Víctor García Belaunde, lo han planteado por el lado político: “Yo creo que ya está muerto el ministro, cometió un error político y tiene que pagar con la renuncia”. Lo mismo ha sostenido Juan Carlos Eguren.

Mauricio Mulder indica que primero debe aclararse por qué en mayo se produjo la ruptura entre el ministro Figallo y el exprocurador Christian Salas, pero sobretodo, apunta a la presencia de Roy Gates en la reunión del 15 de mayo, quien “estuvo presente en nombre del presidente de la República”, según ha dicho.

figalo y salas. ¿por qué se produjo la ruptura?, pregunta mulder.

Pero, aunque en el debate logren poner en jaque al ministro, ¿alcanzarán los votos para censurarlo? Lo veremos pronto.

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