El polifacético artista polaco Walerian Borowczyk desarrolló su carrera cinematográfica en los años 60 y 70, pero sus películas siempre fueron encasilladas en el género pornográfico y fueron relegadas al olvido. Casi 50 años después la retrospectiva de su filmografía revela una obra transgresora, cargada de erotismo, sensualidad y depravación. Sus filmes juegan con el psicoanálisis, el surrealismo, la religión y la moralidad, son salvajes y apasionados, con desnudos integrales y muchas dosis de sexo.
Los críticos se preguntan ahora si estamos ante uno de los grandes genios incomprendidos del siglo XX y ya se le considera como el redescubrimiento del cine del 2014. Dos de sus películas “La bestia” y “Cuentos inmorales” han sido restauradas digitalmente y serán proyectadas en diferentes salas de cine de Estados Unidos. Por desgracia él no podrá ver el renacimiento de su obra ya que murió en París en 2006 de un infarto. Igual que a muchos artistas de todas las épocas y disciplinas, el éxito y los reconocimientos le llegan demasiado tarde.
“La bestia” es una fábula erótica descarnada basada en el famoso cuento de “la bella y la bestia” que explora la parte animal y salvaje del ser humano, los deseos más ocultos e inconfesables a los que se enfrenta, recuerda a los textos del Marqués de Sade y critica la moralidad religiosa que desnaturaliza la sexualidad.
“Cuentos inmorales” narra cuatro historias que ocurren en diferentes épocas, en las que el denominador común es la sexualidad en su vertiente más polémica, pervertida, oculta, prohibida e incluso desgarradora.
Los críticos piensan que Walerian Borowcyyk debería haber pertenecido a la misma vanguardia artística en la que se enmarcó a cineastas como Luis Buñuel, Alejandro Jodorowsky o Nicolas Roeg. La reedición de las obras del polaco, que han pasado por un proceso de digitalización, están triunfando en Nueva York. Este año se exhibirán en cines de todo Estados Unidos y más tarde se comercializarán en otros países.
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