Una de las misiones fundamentales de todo Estado es la rehabilitación de sus presos. Para ello, se crean diversos programas, como los talleres de trabajo o la práctica de algún deporte. Todo ello con el único fin de alejar a los reclusos del delito, una vez que sean liberados.
Pero no solo la actividad física o laboral ayudan a los presos, también la literaria. Así lo han entendido en Puerto Rico, donde se ha desarrollado un interesante programa de readaptación social a través de la lectura.
David Bernier, el Secretario de Estado puertorriqueño, anunció que se utilizarán para ello las obras del escritor colombiano Gabriel García Márquez, como refuerzo a los programas de literatura del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR). Cabe mencionar que esta iniciativa cuenta con el apoyo del Consulado colombiano de Puerto Rico.
De esta manera, las palabras de Cien años de Soledad o El amor en los tiempos del cólera podrán ser escuchadas en diversas cárceles (tanto de varones como mujeres) del país caribeño.
"La lectura es un elemento enriquecedor de crecimiento como ser humano", señaló José Negrón Fernández, secretario del DCR, quien detalló que los talleres de lectura han dado sus primeros frutos ya que muchos presos han mejorado su compresión lectora, así como su redacción. Tan es así que los 'alumnos' más experimentados participan en un concurso de cuentos dirigido por Milagros Rivera Waterson.
Pero eso no es todo. Un aspecto importante de este proyecto es que los participantes de los programas de lectura "visiten las escuelas del país para motivar a los estudiantes con el enriquecimiento de la literatura". Una experiencia única que permitirá a los presos sentir que ellos también pueden contribuir al desarrollo de las prácticas culturales de su país en el ámbito escolar.
[Con información de EFE]
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