En el marco de la Vigésima Conferencia de Partes (COP20 en sus siglas en inglés) en Lima, el pasado martes 9 de diciembre, el Green Climate Fund o Fondo Verde (FV) superó los US$10,000 millones. Esta cifra sigue en aumento pues el día de hoy, el gobierno de Austria anunció un compromiso de US$25 millones que irá a alimentar este patrimonio.  

Pero, ¿de qué se trata el FV? ¿Cuál es su definición y dinámica? ¿Sus objetivos? Sobre todo, ¿es el FV un mecanismo creador de mercado?

Veamos.

FONDO TODO TERRENO

Creado formalmente como organización en el 2010 durante la COP16 en Cancún, México y de acuerdo al su sitio web, el FV se concibe como un fondo promotor del cambio en el modelo productivo de las economías de cara a fomentar las bajas emisiones de gases contaminantes como el dióxido de carbono (CO2) por ejemplo. El patrimonio en cuestión, viabiliza dineros hacia proyectos que buscan limitar y reducir las emisiones sobre todo en economías en desarrollo.  

“El Fondo proporcionará un acceso simplificado y mejorado a la financiación, incluido el acceso directo, basando sus actividades en un enfoque impulsado por los países y fomentará la participación de las partes interesadas, incluidos los grupos vulnerables…” dice el portal oficial de la organización.

De esta forma, según Héla Cheikhrouhou, directora ejecutiva del FV, éste estimula a actores público-privados en el financiamiento de proyectos, añadiendo a las poblaciones sensibles (como comunidades indígenas o nativas) en el proceso de cambio.

Pero, ¿cómo funciona el acceso a financiamiento? El FV tiene una cadena de valor para otorgar ayudas financieras contra el cambio climático: se inicia con el país o economía afectada por altas emisiones contaminantes, luego se detectan a las empresas (públicas o privadas) de esta economía que deseen cambiar el modelo productivo y que precisen de soporte financiero para tal efecto. Todo dentro de un marco formal de acreditación.

Las fuentes de financiamiento para proyectos de mitigación y adaptación al cambio climático tienen como actores a la financiación pública, iniciativas público-privadas y privada netamente. finanzascarbono.org

El acceso formal a las fuentes de financiamiento del FV se hará a través de un proceso de acreditación donde la gobernanza del fondo establecerá los criterios de financiamiento: ya sea vía fiducias, financiamiento directo, a través de activos u otros mecanismos como el Interim environmental and social safeguards of the Fund que se concentra en los pasivos sociales que puedan generar los programas de reacondicionamiento y cambio de modelo de producción sobre poblaciones frágiles.


FONDO VERDE: ¿GENERADOR DE MERCADO?

La Teoría de Portafolios, nos dice que una unidad productiva de bienes y servicios como una empresa o fábrica que emita títulos valores para financiar sus actividades es un market maker, vale decir, un creador y generador de mercado pues los títulos valores (sean de renta fija como bonos o renta variable como acciones) pasan a formar parte de un portafolio que, siendo diversificado, desarrollará un mercado de capitales robusto y líquido.  

Así, este mercado necesitará un dinamismo de ofertantes y demandantes de productos financieros pues esta interacción es la que le dará sustento en el tiempo. Pero, ¿qué hay del riesgo en estos mercados? La posibilidad de ganar o perder en un contexto de negociación dependerá del perfil de los inversionistas, del plazo de colocación de excedentes y de variables cuantificables como el riesgo sistémico o no sistémico.

En este punto, la pregunta que cabe es respecto a si en el FV se encuentran estás características antes mencionadas o lo que es lo mismo: si el FV es capaz de ser un market maker.

Para David Barclay, socio principal de la consultora Barclay, Castoldi, Chueca & Asociados el hecho de que el FV se convierta en un mecanismo real creador de mercado estará en función a la continuidad que se le dé al patrimonio mencionado no sólo en el crecimiento del fondo, sino respecto a sus políticas de apoyo a iniciativas que combatan la emisión de gases. Continuidad –según Barclay- que debe añadir la intermediación y participación de actores como brokers (no sólo institucionales sino particulares) que estimulen la negociación en mercados primarios y secundarios de aquellos productos financieros que respalden los cambios en los esquemas de producción: de uno ‘tradicional’ a uno más ‘limpio’. Un ejemplo de estos productos son los bonos de carbono.

De acuerdo a estas premisas, la existencia de un mercado de carbono y su desarrollo es factible en tanto el FV sea un punto de partida para que las economías comprometidas con una seria política medioambiental no dejen de ampliar mercados ‘alternativos’: puntos de reunión de demandantes y oferentes que vean con interés a los activos financieros ‘limpios’ que fomenten la mitigación y adaptación al cambio climático.

Queda pendiente, la educación y cambio de mentalidad del inversionista, pues el desarrollo de un ‘mercado de carbono’ tiene que ver también con el conocimiento de nuevos activos de inversión vinculados al cuidado del medio ambiente y las posibilidades de alcanzar rentabilidades vía portafolios alternativos a las formas tradicionales de ahorro.

CIFRAS DEL CAMBIO ALCANZADAS 

- Son US$10.14 mil millones lo alcanzado en Lima vía aportes –de acuerdo al FV- de 24 economías que desde julio del presente año vienen contribuyendo con el fondo. 

- Estados Unidos y Japón han sufragado con sendos aportes por US$3 mil millones y US$1.5 mil millones respectivamente.

- El monto global meta para el 2020 del FV es contar con un patrimonio gestionado de US$100 mil millones.


(Foto de cabecera: newsroom.unfcc.int)


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