El interés por la situación legal del exfinancista de Ollanta Humala empezó en mayo pasado. Y mientras surge el rumor de que se entregaría antes de fin de año, la Procuraduría Anticorrupción juega sus últimas cartas: ayer presentó un documento ante la Fiscalía sustentando por qué el prófugo no puede ser colaborador eficaz.
La tensión del Ejecutivo por la situación legal de Martín Belaunde Lossio en el caso La Centralita no es un impromptu ni mucho menos reciente. Querer saber qué va a ocurrir con el amigo y exfinancista de campaña de Ollanta Humala se manifestó desde el período temprano de la investigación por este caso de corrupción.
El 14 de mayo pasado dos procuradores adjuntos Anticorrupción llegaron al despacho del ministro de Justicia, Daniel Figallo, quien quería conocer algunos aspectos del caso.
En la oficina del jefe de la cartera había un segundo personaje, quien resultó ser –hoy se sabe– el consejero presidencial y penalista Eduardo Roy Gates. De acuerdo a fuentes bien enteradas, el foco de atención de la reunión giró en torno a la situación jurídica de Belaunde Lossio.
Para ese entonces, la Procuraduría Anticorrupción ya le había remitido a la Fiscalía Anticorrupción una denuncia ampliada contra toda la organización liderada por César Álvarez, y ubicaba como parte de la cúpula a Belaunde. Es decir, su rol ya había sido precisado y dos diarios habían dado cuenta del categórico documento de la Procuraduría: Diario 16, el 11 de mayo, y Perú 21, el 14 de mayo.
El mismo 14 de mayo el diario Correo publicó que Belaunde Lossio tenía vínculos con Ilan Heredia, hermano de la primera dama, a través de la empresa Todo Graph. De modo que el ambiente no era cómodo para Palacio.
Ese fue el día de la reunión entre los adjuntos de Christian Salas, el ministro y el consejero del presidente Humala.
- más coincidencias
En la reunión, los interesados le preguntaron a los procuradores qué elementos existían contra Belaunde.
Los defensores públicos explicaron que las imputaciones contra el exfinancista de Humala partían de sus propias contradicciones en la declaración que dio dos años atrás ante una fiscalía del Santa, así como del rol que tuvo en la Centralita la empresa Ilios Producciones.
Según fuentes con conocimiento de los hechos, allí también se planteó la necesidad de que el gobierno efectúe un debido deslinde de Martín Belaunde y de César Álvarez.
Coincidencia o no, esa misma tarde la bancada de Gana Perú expresó públicamente que el presidente Humala no tenía ninguna vinculación con el expresidente regional de Áncash, y sobre el prófugo exjefe de prensa de Humla y sus negocios en dicha región, señalaron los nacionalistas que “eso es de entera responsabilidad de Martín Belaunde”.
- se entregaría a fin de año
Daniel Figallo, que es un ministro de Estado, ha manifestado públicamente que Belaunde sí califica como colaborador eficaz, y existen versiones que señalan que incluso después de la salida de Christian Salas de la Procuraduría, el ministro habría seguido indagando por esa posibilidad.
De hecho, hay un creciente rumor de que Belaunde Lossio se entregaría antes de fin de año y pediría acogerse a la colaboración eficaz con la condición de que le varíen el mandato de detención. En ello estaría trabajando activamente su defensa. ¿Coordinando con quién?
Por lo pronto, la semana pasada se le vio llegar al penal de Piedras Gordas al abogado de Belaunde, José Urquizo, e interrumpir la audiencia de declaración de César Álvarez para conversar secretamente con el abogado de éste, Julio Carrión Pérez.
El interrogatorio se retomó, pero cuando el fiscal se disponía a preguntarle a Álvarez sobre Belaunde, el abogado Carrión pidió suspender la diligencia y allí quedó todo.
Fue el mismo día en que se firmó la renuncia de Salas.
Sin embargo, también hay esfuerzos por impedir que el exfinancista de Humala se acoja a la colaboración eficaz y los mismos provienen –aún– de la Procuraduría Anticorrupción.
- "no califica, y punto"
En su petitorio, Vilcatoma le dice al fiscal Huamán por qué Martín Belaunde Lossio debe ser considerado parte de la cúpula de la organización de César Álvarez, pues en la formalización de investigación preparatoria el fiscal no lo ha precisado.
Enseguida, la defensora del Estado le muestra al fiscal qué declaraciones de colaboradores eficaces y testigos, así como documentos, contienen imputaciones directas contra Belaunde. Para ello, Vilcatoma acompañó las once páginas con 514 folios del expediente que sustentan los cargos contra el amigo de la pareja presidencial.
Es decir, la Procuraduría tuvo que revisar los 126 tomos que forman parte del caso La Centralita para decirle a la Fiscalía de manera precisa y categórica por que el prófugo no califica como colaborador eficaz. Parecía decirle “no califica y punto.
Pero, además, Vilcatoma le reclamó al fiscal por qué sucesivas peticiones formuladas por ella terminaban en el tacho de los asuntos desestimados.
Le enrostró por qué, por ejemplo, el Oficio 3-2014/2014-F.Supra.CEDCF-MP-FN, dirigido al prófugo Belaunde Lossio, terminaba del siguiente modo: “Es oportuna la ocasión para expresarle lo sentimientos de mi especial consideración y estima personal. Dios guarde a usted”.
Para la Procuraduría, esa frase, “además de generar dudas respecto de su imparcialidad, cuestionan su conducta funcional”.
El escrito no solo fue al despacho del fiscal Huamán. Una copia también fue ingresada al despacho del fiscal de la Nación, Carlos Ramos Heredia. Es decir, si alguien empezaba a respirar tranquilo con la “renuncia” de Christian Salas, no contaban con que los abogados que han quedado se mantendrán invariables en su posición.
Salvo que ellos también queden fuera de la Procuraduría, Martín Belaunde no la tendría fácil.
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