Cuando te vi es una canción del cantautor cubano Frank Delgado. En ella se relata la tierna historia de 'amor prohibido' entre el hijo del cantante y una niña afrodescendiente, Yuneisy, que trabaja en un circo. Como es de suponer, las abuelas del niño desaprueban la relación por un tema de racismo.
He recordado esta canción al ver el vídeo que ha publicado en la Internet la asociación francesa Noemi con el ánimo de sensibilizar a las personas sobre la discapacidad. Aunque la canción del músico cubano refiera a la discrminación racial, el transfondo es el mismo: el miedo a la diferencia y las barreras que se imponen los adultos unos a otros ( y que se transmiten a los más pequeños).
En este vídeo, la organización, dedicada a cambiar el aspecto y el acercamiento de personas con discapacidades múltiples, propuso un peculiar experimento: invitaron a parejas de padres e hijos a imitar las muecas de las personas que aparecían en una pantalla. Una de ellas era una niña discapacitada ¿Que pasó, entonces? Veamos:
Tal como lo señala El Huffington Post, los adultos fueron presa de la 'corrección política' y no replicaron la mueca que hace la niña por considerarla distinta (posiblemente la colocan en un nivel inferior por un sentimiento de pena). No obstante, la reacción de sus hijos demuestra que la diferencia las marca quien los mira, no la discapacidad en sí.
El mensaje final lo resume todo: Veamos la diferencia con los ojos de un niño. Quienes ponen las barreras para la distinción de las personas son los adultos. Somos nosotros, quienes a partir de parámetros culturales (o sociales) clasificamos a los demás.
Un mensaje que cobra mayor relevancia en el Día Internacional de las Personas con Discapacidad que se celebra hoy.