¿Qué pasaría si los 2ºC que los científicos han establecido como límite máximo de aumento de la temperatura en el planeta son excesivos?, ¿y si ya no se puede evitar que el clima ascienda por encima de esa temperatura?, ¿puede subir el nivel del mar mucho más de lo anunciado por los estudios más pesimistas? 

Muchos científicos entonan el “sólo sé que no sé nada” de Sócrates en cuanto al cambio climático se refiere, ya que pese a los miles de estudios que se realizan, el comportamiento de la naturaleza es imprevisible y los primeros presagios parecen indicar que las consecuencias son peores de los que se preveía.

Según el Global Carbon Proyect, un grupo científico internacional, la cifra de 2ºC se podría superar en sólo 30 años, mucho antes del 2100 que señalaba en el peor de los casos el IPCC. Si las respuestas cambian, y si ya es inevitable que el clima cambie, igual lo que hay que replantearse son las preguntas, ¿qué habrá que hacer cuando el clima haya aumentado por encima de los 2ºC?

Muchos son los científicos que consideran el informe del IPCC demasiado conservador, lo que puede tener la virtud de “confundir” a los políticos, que acostumbran a ir un paso -o dos- por detrás a la hora de tomar decisiones y combatir el cambio climático. Un informe conservador podría abrir una brecha más grande entre el problema y las soluciones.

Por ejemplo, el glaciar Thwaites en la Antártida Occidental está sufriendo un colapso que ya es imparable y que no se había tenido en cuenta en los estudios. El deshielo de este glaciar hará aumentar el nivel del mar más de lo previsto. Los rangos altos de aumento del nivel del mar del IPCC llegan hasta los 98 centímetros (y eso estadísticamente y sin contar un margen de error de hasta un 17%) lo cual según el experto en cambio climático Stefan Rahmstorf, de la Universidad de Postdam, “pondría en peligro la supervivencia de las ciudades costeras y la totalidad de las naciones insulares”.

Si se confirman los peores augurios y el aumento del nivel del mar en los próximos años es mayor y más rápido de lo esperado, si este fenómeno ya es imparable, la pregunta ya no es cómo evitarlo, la pregunta que se debe plantear es: si sucede, ¿qué va a pasar con las millones de personas que viven en la costa a lo largo y ancho del planeta?

Probablemente la mejor solución no sea el alarmismo y es aconsejable confiar en el grueso de los informes científicos que ya de por sí son bastante alarmantes, progresivamente se incrementa el alarmismo objetivo de los propios estudios e informes, por lo que será recomendable tener un plan B y un plan C por si fuera demasiado tarde para el plan A, por si ya no es mejor el remedio que la enfermedad y se nos ha acabado el tiempo en el que prevenir era mejor que curar.

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