La fiesta de la Virgen de la Candelaria, que se realiza cada febrero en la ciudad de Puno, fue declarada este 27 de noviembre como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), en París.

Es así que el deseo de las autoridades y organizaciones civiles de Puno, que contaron con el apoyo del Ministerio de Cultura, se convierte en una realidad. Pese a que, en un primer momento, la solicitud generó controversia, ya que el gobierno boliviano impugnaba como propia esta actividad festiva.

Sin embargo, el miércoles 26 los representantes de ambas naciones llegaron a un acuerdo. En un documento difundido por la Unesco se señalaba que: “La ancestral e histórica cooperación que existe entre nuestros países y pueblos nos compromete a trabajar en la investigación, salvaguardia y promoción conjunta de nuestro patrimonio”.

De modo que la fiesta, que incluye eventos de carácter religioso, festivo y cultural, y que evidencia el encuentro entre las tradiciones católicas y los elementos simbólicos de la cosmovisión andina, ahora forma parte de la Lista Representativa de la Unesco.

La noticia debe ser festejada, no solo porque permitirá una difusión más amplia de la Candelaria, lo que en consecuencia significará la llegada de más turistas, sino también porque —y esto es lo más importante— demuestra el valor del patrimonio cultural inmaterial como elemento de cohesión social, así como de incentivo al respeto entre diversas creencias religiosas y expresiones culturales.

(foto de portada: Andina)