En la localidad chilena de Pichidegua, a unos 150 kms al sur de Santiago, el excremento de vacas y cerdos no es considerado un desperdicio, muy por el contrario, es una fuente de energía que hasta la fecha ha logrado abastecer de electricidad a cerca de dos mil 500 viviendas.

Esto gracias a la planta Biodigestora Las Pampas, de la empresa Genera Austral, que es la primera instalación en Chile que genera electricidad a base de biogás. El biogás es considerado una Energía Renovable No Convencional (ERNC) y se obtiene a partir del gas metano que emanan los desechos, en este caso, del estiércol de chanchos y vacas.

Otro beneficio que la población y los trabajadores de la granja han logrado gracias a esta planta es la eliminación de los desagradables olores generados. Asimismo, se ha reducido notoriamente la presencia de moscas. 

Para transformar el estiércol en electricidad, los desechos ingresan a un contenedor cerrado, llamado biogestor, donde con agua se transforma el gas metano en biogás, el que a su vez pone en marcha un motor que genera energía eléctrica.

Beneficios para el medio ambiente

Los restos del estiércol tratado se convierten en un eficaz biofertilizante que es usado en los campos donde se alimentan los cerdos y las vacas. Además el proceso ha logrado reducir los malos olores hasta en un 85% .  

Pero también se ha reducido la emisión a la atmósfera del nocivo gas metano, fácilmente inflamable y explosivo, y considerado como fuente del efecto invernadero que causa el calentamiento global del planeta.

Foto: Maira Renou/ Flickr