Si queremos evitar que la temperatura del planeta supere el límite de los 2ºC, y con ello minar los peores efectos del cambio climático, es necesario que la neutralización de las emisiones de carbono se logre entre el 2050 y el 2070. Sólo de esta manera no sobrepasaríamos la cantidad máxima de dióxido de carbono (CO2) que se puede emitir a la atmósfera para que a partir del 2020 la temperatura no supere los umbrales de seguridad establecidos. Es la conclusión del Informe sobre la disparidad en las emisiones 2014 (Emissions Gap Report 2014), que hoy presentó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). 

Exceder el presupuesto previsto de tan solo 1,000 gigatoneladas de dióxido de carbono (Gt CO2) aumentaría el riesgo de que el cambio climático tenga efectos graves, generalizados y, en algunos casos, irreversibles.

A diferencia de las conclusiones del Quinto informe de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), el informe del PNUMA –que también es el quinto– muestra las líneas entre las que deben mantenerse las emisiones mundiales para que haya una probabilidad elevada de permanecer dentro del límite de los 2°C; contemplando que alcancen un punto máximo en los próximos 10 años, que todas las emisiones de gases de efecto invernadero se reduzcan a la mitad para mediados de siglo y que en la segunda mitad del siglo se consiga la neutralización de las emisiones de carbono y el subsiguiente cero neto en la emisión de gases de efecto invernadero.

El informe examina si los compromisos adquiridos por los países están encaminados a cumplir la meta de mantenerse por debajo del umbral de los 2ºC acordada internacionalmente. En su elaboración han participado 38 destacados científicos pertenecientes a 22 grupos de investigación de 14 países.

"El aumento de la temperatura del planeta es proporcional a la acumulación de gases de efecto invernadero de larga duración en la atmósfera, especialmente CO2. Si actuamos ahora, evitaremos tener que tomar medidas extremas en el futuro para mantenernos en los límites de emisiones acordados", afirmó Achim Steiner, secretario general adjunto de las Naciones Unidas y director ejecutivo del PNUMA, en la presentación del reporte.

En las condiciones actuales, en las que se ha avanzado poco en el desarrollo y la aplicación de políticas sobre el clima, advirtió, las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero podrían aumentar hasta las 87 Gt de dióxido de carbono equivalente (CO2 e) de aquí al 2050, muy por encima de los límites considerados seguros.

Este quinto informe subraya que la neutralización de las emisiones de carbono —y, finalmente, la reducción a cero neto o la neutralidad climática— serán esenciales para que las emisiones acumulativas restantes sean absorbidas de forma segura por las infraestructuras del planeta; esto es, los bosques y el suelo.

Si se quiere evitar exceder el presupuesto, hay que alcanzar la neutralización de las emisiones mundiales de carbono entre el 2055 y el 2070, lo que significa que para entonces las emisiones antropogénicas anuales de CO2 deben reducirse a cero neto a nivel mundial. Debe ser un cero neto, que implica que las emisiones de CO2 restantes se compensen con la misma cantidad de captación de dióxido de carbono, o de emisiones negativas, siempre y cuando las aportaciones netas a la atmósfera debidas a la actividad humana sean nulas, dice el informe.

Las emisiones totales de gases de efecto invernadero, en las que, además de las de CO2, hay que incluir las de metano, óxido nitroso e hidrofluorocarburos, deben quedar reducidas a cero neto entre 2080 y 2100.

Información científica

Andrew Steer, presidente y director general del Instituto de Recursos Mundiales, señaló que "el acuerdo global sobre el clima no se debe negociar en función de las emociones o los caprichos políticos, sino a partir de los datos y de la información científica. Este informe proporciona uno de los análisis más esclarecedores y técnicos sobre las emisiones mundiales, que muestra en qué medida los compromisos y las iniciativas de los países están a la altura de lo que exigen las averiguaciones científicas".

En su opinión, debemos aprovechar el cada vez mayor interés en hacer frente al cambio climático para eliminar la disparidad en las emisiones y mantenernos en los límites que la ciencia ha establecido para evitar los peores efectos de este fenómeno».

Cabe subrayar que desde 1990, las emisiones de gases de efecto invernadero han aumentado en más de un 45%. Para que sea factible mantenerse por debajo del umbral de los 2 °C, el nivel de emisiones globales de gases de efecto invernadero debe descender en al menos un 15% antes del 2030 (con respecto al del 2010) y situarse, como mínimo, en un 50% menos antes del 2050 para, en última instancia, reducirse a cero neto.

Las anteriores ediciones del informe se centraban en las buenas prácticas en distintos sectores y su capacidad para estimular la actividad y el desarrollo y, a la vez, reducir las emisiones. Este año, el informe también analiza los múltiples beneficios que pueden reportar los objetivos internacionales de desarrollo y sus correspondientes políticas nacionales, entre los que se incluye la mitigación del cambio climático a través de la promoción de la eficiencia energética.

Disminuir la disparidad

El Informe sobre la disparidad en las emisiones de 2014 define la disparidad en las emisiones como la diferencia entre los niveles de emisiones estimados entre el 2025 y el 2030 en función de los objetivos climáticos y los niveles esperados si se cumplen los compromisos y las obligaciones concertados por los países.

Los científicos calculan que la disparidad en el 2020 se situará en un máximo de 10 Gt CO2 e y en el 2030, en 17 Gt CO2 e. En comparación con las emisiones previstas para 2030 si se mantienen las condiciones actuales (68 Gt CO2 e), la disparidad es aún mayor, de 26 Gt CO2 e.

Pese al hecho de que la disparidad no se está reduciendo, el informe estima que puede disminuir si las medidas disponibles para reducir las emisiones a escala mundial se incorporan plenamente: el potencial de reducción de emisiones en 2030 (si se mantienen las condiciones actuales) se calcula en torno a las 29 Gt CO2 e.

El costo de postergar la acción

Como lo indicaron Rajendra Pachauri y Ban Ki-moon, al presentar el informe del IPCC, la ONU reitera en este reporte que no tomar medidas estrictas hasta el 2020 implicaría costos de mitigación a corto plazo, pero supondría un costo mucho mayor más adelante, en términos de: niveles de reducción de las emisiones más altos a medio plazo en el ámbito mundial; la perpetuación de infraestructuras con elevadas emisiones de carbono; la dependencia de todas las tecnologías de mitigación disponibles a medio plazo; mayores costos de mitigación a medio y largo plazo, y mayor riesgo de perturbación económica; dependencia de las emisiones negativas; y un mayor riesgo de no alcanzar la meta de los 2 °C, que implicaría dificultades y costos de adaptación sustancialmente más elevados.


En resumen:

El informe establece claramente que para permanecer dentro del límite de 2ºC es necesario:

• Que las emisiones lleguen a sus niveles máximos en el 2020 y comiencen a disminuir en el 2030. Para entonces, las emisiones globales deben ser un 15% o menos más bajas que en el 2010.

• Que en el 2050 las emisiones sean al menos un 50% más bajas que en el 2010.

• Hay que lograr la neutralidad climática en algún momento de la segunda mitad del siglo y compensar las emisiones excedentes mediante la reforestación y otros medios de absorción.