La investigación fiscal a Rodolfo Orellana implica conocer a fondo el alcance de su red criminal. Es difícil perseguir el delito cuando hay fiscales indisciplinados que bloquean las investigaciones. Por eso, ayer Ramos Heredia acudió al Congreso para responder matices del estado de los procesos. En su primera intervención enfatizó que la primera tarea clave fue designar a los mejores fiscales en los casos y que el trabajo con la Contraloría en adelante será más cercano, sobre todo en cuanto a inteligencia financiera.
Ramos Heredia tenía al frente a Vicente Zeballos, presidente del grupo de trabajo y a los parlamentarios Víctor Andrés García Belaunde y Luis Galarreta. García Belaunde insistió en la importancia de sancionar a los fiscales con sospechas y se refirió a Luis Arellano Martinez, fiscal que reunió todas las denuncias de Orellana para demostrar que lo que había era una red de crimen organizado pero más bien archivó todos los casos en vez de encaminarlos a procesos.
Pero el colmo es que, según García Belaunde, este fiscal le entregó a Orellana Rengifo el informe reservado de la Unidad de Inteligencia Tributaria "a manera de folio y en base a eso Orellana hizo su descargo. ¿Dónde está este fiscal? ¿Qué tipo de situación es esa?", preguntó el parlamentario.
El congresista Galarreta, por otro lado, insistió en que es esencial para esta 'megainvestigación' identificar el delito fuente. "La Corte Suprema requiere de eso para conocer el inicio de la red criminal. La Fiscalía tiene que armar todo un conjunto de pruebas para poder accionar. Hay que evitar que la CS diga que no hay delito fuente para que el caso no se caiga. Hay dudas en la honestidad de algunos fiscales y es más difícil cuando llegan nuevos porque tienen que enterarse de cientos de folios acumulados", argumentó.
La discusión es importante porque permite saber que hay cabos que pueden hacer caer la investigación. Ramos Heredia dijo que los fiscales que no han dado "una adecuada respuesta" serán investigados por la Corte Suprema de Control Interno.
Este 'megaproceso' tendrá obstáculos difícil que sortear. Mientras, también el Ministerio Público tiene que preocuparse por los casos de sicariato como la amenaza al Fiscal Antidrogas del Callao, Juan Mendoza Abarca por encontrar 670 kilos de clorhidrato de cocaína.
Estos casos son síntomas de la penetración de la criminalidad a nivel Ministerio Público que puede costarle la vida de decenas de fiscales.
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