A sus 68 años, el polifacético genio de David Lynch no tiene límites. Quienes conocen su estilo auténtico saben que cada una de sus creaciones parte de entender el arte como un todo unitario, un conjunto cuidadosamente diseñado a partir de la combinación entre elementos del cine, la música, la fotografía y la estética surrealista de las artes plásticas. 

De ahí que sea la mente maestra de películas de culto como El hombre elefante (The Elephant Man, 1980), Terciopelo azul (Blue Velvet, 1986) o Carretera perdida (Lost Highway, 1997); así como el creador de video clips famosos como el Dangerous de Michael Jackson; y, por si fuera poco, el músico solista del álbum Crazy Clown Time (2007).


fuente: pafa

Lynch, sin embargo, no es únicamente el maestro del séptimo arte y la música. A inicios de la década de 1960 empezó sus estudios de Arte en la Pennsylvania Academy of Fine Arts (PAFA), en donde paralelamente exploró la pintura y el diseño. 

Con estos antecedentes, decidió cerrar el 2014 retornando a su antigua alma mater con la firme intención de mostrarnos su faceta como artista plástico. 

Fiel a sus ideas, la apuesta por el arte entendido como una unidad complementaria lo lleva a abrir su exposición pictórica bajo el título “El campo unificado” (The Unified Field).


“David Lynch ha sabido mantener la práctica constante de la creación dentro del estudio, a través del desarrollo paralelo de un conjunto de pinturas, fotografías y dibujos que merecen ser vistas. De muchas formas, su identidad como artista norteamericano ha reunido todos los aspectos de su vida creativa en torno a un campo unificado de temas, personajes y preocupaciones”, resalta la presentación de PAFA. 

habitación dentro de la instalación del pafa

La instalación no es menos original. Siguiendo la máxima de unir todos los campos artísticos, Lynch exhibe sus pinturas, ilustraciones y litografías junto a un televisor que proyecta cortometrajes como Six men getting sick (Seis hombres enfermos, 1967), el primer proyecto audiovisual del director. Ese contrapunto entre pintura y cortometrajes pareciera dotar de un nuevo sentido el mundo surreal de Lynch. 

Cortometraje Six men getting sick (1967) también conocida como Six figures getting sick. 


No sería ilógico suponer que detrás de cada película residen los personajes personajes extravagantes que habitan sus lienzos: salidos de una densa pesadilla, encontramos a estos seres enigmáticos o ensimismados en la realidad a donde nos llevaron films como Inland Empire (Imperio interior, 2006)

Además, muchos transmiten la sensación de caos, desamor, soledad y desesperación.

Como no podía ser de otro modo, el artista apuesta por un formato poco convencional, elaborando sus imágenes a base de carbón sobre cartón o materiales residuales que dan forma a muchas de las figuras extrañas que rondan la mente del Lynch. 

Robert Cozzolino, curador de la exposición, cuenta que fue como estudiante dentro de esta antigua casona de 1810, en Filadelfia, cuando Lynch elucubró sus mejores ideas cinematográficas. Por ello el PAFA alberga un espacio simbólico para la creación del joven Lynch de los años sesenta que, esta vez a través de sus pinturas , regresa al hogar convertido en maestro. 

Para satisfacción de sus seguidores, dejamos el video que muestra al autor de Rabbits (2002) junto a su curador durante un recorrido a pie por las inmediaciones de su propia instalación. 

Además dejamos el curioso trailer, elaborado por el mismo Lynch, con el fin de difundir esta muestra. 

(foto de portada: moicani.fr)

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