Admítanlo, ya no pueden vivir sin ella. ¿Si no por qué razón tanto alboroto frente a la novedad de que WhatsApp "te tirará dedo" frente a esos contactos a los que prefieres ignorar?
En efecto, la aplicación de mensajería instantánea más popular entre los usuarios de smartphones (más de 600 millones de usuarios) es hoy una de las principales herramientas para mantenerse comunicado. Pero, ¿sabemos realmente a qué tiene acceso en nuestro teléfono?
Han tenido que activarse 'los dos checks azules' para que la mayoría de medios de comunicación empiecen a informar 'de la letra pequeña' del contrato. De aquello que todo el mundo sabe que expone, pero que curiosamente le da menos importancia de la debida.
¿A qué datos tiene acceso WhatsApp gracias a tu consentimiento y que aspectos de tu vida controla con ello?
1. A tu agenda personal
Esto no es Messenger. Aquí no tienes que incluir en la aplicación el número de teléfono del usuario con el que quieres "whatsapearte", sino que esta buscará automáticamente entre los números del teléfono a quiénes también tienen la aplicación y los incluirá. Según la empresa, lo hace para saber quiénes usan WhatsApp y durante cuánto tiempo. Ah, qué vivo Zuckerberg.
2. Todo lo que envíes
Todas las fotografías (sí, incluidas 'esas' fotografías) vídeos (sí, también), archivos de sonido y las ubicaciones que los usuarios comparten a través de la aplicación quedan guardados en los servidores de la compañía.
3. ¿Qué prefieres? ¿Qué te gusta? ¿Qué visitas?
La descarga de la aplicación desde su sitio verificado hace que inmediatamente se envíen 'cookies' propios a tu teléfono. Con ello sabrán qué buscas en Internet, la cantidad de veces que lo haces, el orden de visitas, cuánto tiempo te quedas dentro de una web...
4. WhatsApp no solo se casa contigo, también con tu familia...
Al acceder a tu lista contactos (a través de tu agenda personal) no solamente obtendrá sus teléfonos, sino que -al igual que contigo- tendrá acceso a toda su información (nombres, direcciones de domicilios y correos electrónicos). Según la compañía, no hay de qué preocuparse. Todo es "para ofrecer un servicio mejor".
5. ¿Intimidad?¿Qué es eso?
Basta que alguien consiga tu número de teléfono para que la aplicación te haga el inmenso favor de presentarte ante esta persona. Si tienes una fotografía de rostro en tu cuenta, tu cara será vista automáticamente por aquel que se hizo de tu número. Es decir, sin querer le estarás sonriendo a alguien que ni siquiera tenías intención de conocer. Podrás bloquearlo, claro, pero para esto la otra persona tendrá que dar primero señales de vida.
6. WhatsApp es tu manager
Y hablando de imagen, según las condiciones de uso de la aplicación, le has otorgado a la empresa todo el derecho de hacer, reproducir, distribuir y preparar trabajos de investigación con ella y los datos que has incluido en tu perfil.
7. Y aunque no lo creas...
Los 'estados' que escribes, la cantidad de hora que te conectas, la cantidad de personas con las que hablas, solo le permiten a la empresa mantener control sobre una sola cosa en realidad: tus emociones.
Sí, sí. Que la lista parece muy tonta y que es lo que casi todas las aplicaciones demandan. ¿Pero somos conscientes de cuánto exponemos cuando por inercia aceptamos 'términos y condiciones'. Vamos, que si lo piensas bien, eso de que 'las rayitas azules' anden de chismosas, es lo de menos.
(Ok, seguirá sin importarte, pero que conste que lo intentamos)
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